Argelia y Eslovenia buscan los tres puntos que les permitan soñar con alcanzar lo octavos
Este partido completa la primera jornada del grupo C
Eslovenia y Argelia, las dos cenicientas del Grupo C, que completan Inglaterra y Estados Unidos, buscarán el domingo a partir de las 16:30 horas, en el estadio Polokwane, la victoria que les permita soñar con alcanzar los octavos de final de un Mundial, algo que nunca han logrado.
Tras 24 años de espera, la selección argelina regresa a una cita mundialista con una plantilla desconocida en el panorama internacional, pero bautizada en su país como la ''generación de oro'', que intentará igualar el éxito cosechado en España*82, cuando derrotaron a la República Federal Alemana por 2-1 y a la selección chilena por un contundente 0-3.
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Las esperanzas de los norteafricanos pasan por las botas del extremo Karim Ziani, que actualmente milita en el Wolfsburgo alemán, y destaca tanto por su velocidad como por la habilidad técnica que atesora. Ziani, de origen francés, pudo jugar con los ''blues'', pero prefirió Argelia, donde es considerado una estrella.
Karim Ziani no estará solo en su misión de liderar a Argelia, sino que tendrá el apoyo de Nadir Belhaj, jugador del Portsmouth inglés, y de Mourad Meghni, internacional con Francia en categorías inferiores, que aprovechó un cambio de estatutos de la FIFA para jugar con Argelia.
En el banquillo argelino se sentará Rabah Saadane, que vive su quinta etapa en el banquillo de los ''fennecs'', y que a sus 64 años ha sido el centro de las críticas por parte de los medios locales debido a su decisión de dejar fuera del Mundial a algunas de las grandes promesas del país.
Tras una clasificación sembrada de dudas, Eslovenia acude al Mundial de Sudáfrica con una renovada apuesta futbolística y un buen trato de balón, aunque con la asignatura del gol todavía pendiente, algo que les puede pasar factura en un torneo que no perdona a los débiles.
Las principales armas eslovenas son su solidez defensiva y su juventud, representadas en el portero Samir Handanovic, que milita en el Udinese italiano, y es considerado uno de los guardametas más prometedores de Europa. Destaca por su altura, 1,95 metros, y por su capacidad para detener penaltis, aunque flojea en las salidas.
El motor y cerebro del equipo será el jugador del West Bronwich Albion, Robert Koren, que se encargará de servir balones al delantero Milivoje Novakovic, que la temporada pasada anotó 16 goles con el Colonia alemán, pero que en la selección parece tener la pólvora mojada.
Liderados desde el banquillo por Matjaz Kek, novato en citas internacionales, la selección eslovena reaparece en un Mundial ocho años después, con el objetivo de ser la sorpresa del Grupo C y superar la primera fase, algo que no pudo lograr en su primera y única participación mundialista, la de Corea y Japón de 2002.