Patrullas españolas, hostigadas por la población en el sur del Líbano
La misión de Naciones Unidas UNIFIL "seriamente preocupada" por las violentas protestas de la población local contra las patrullas de cascos azules
La situación generada tras el asalto a la flotilla de la libertad ha elevado la tensión en Líbano y aumentado las dificultades a las que se enfrenta la misión de la ONU en el país. Hezbolá arenga a la población civil contra los cascos azules mientras el gobierno libanés prohíbe a oficiales de UNIFIL viajar a Israel
La ONU no oculta su preocupación. "Los incidentes de las últimas semanas suponen un asunto muy serio que preocupa mucho a los miembros del consejo de seguridad" decía el jueves Michael Williams, el coordinador especial de Naciones Unidas para el Líbano.
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El último incidente, se producía el pasado martes cuando los habitantes de la zona de Adeisseh-Kfar Kila (en el sector este), cortaron la carretera principal con barricadas para evitar el paso de varios vehículos españoles. Una multitud se echo a la carretera y los españoles tuvieron que retirarse.
Simultáneamente, en la aldea de Khirbet Silim (en el sector oeste), un vehículo blindado francés era atacado con piedras y bloqueado por un nutrido grupo de residentes. Un soldado francés resultó herido leve durante la protesta.
Españoles retenidos y acusados de "espiar"
El pasado día 20 de junio, dos españoles que formaban parte del Equipo de el Comandante de la misión, Alberto Asarta fueron retenidos por un grupo de residentes en las inmediaciones de Nakuora, donde se encuentra el Cuartel General de UNIFIL y acusados de estar fotografiando "posiciones de la milicia de Hezbolá". La muchedumbre requiso los aparatos eléctricos a los dos militares españoles y la supuesta cámara espía resultó ser un simple GPS.
Varios contingentes han sufrido incidentes similares. Hasta una veintena se han repetido durante las últimas semanas en distintas localidades al sur del rio Litani, donde están desplegados los cascos azules.
Arenga de Hezbolá
Tras el asalto a la flotilla de la libertad, UNIFIL elevó el grado de alerta para los 12.000 cascos azules que componen el contingente; se incrementaron notablemente las patrullas y se pusieron en marcha ejercicios militares para testar la capacidad de reacción de las tropas ante un eventual ataque entre los dos actores en conflicto.
La milicia de Hezbolá, con gran predicamento en las zonas en las que han ocurrido los últimos incidentes, ha acusado a UNIFIL de "provocar" a los habitantes con "movimientos militares sin precedentes "y ha animado a la población civil a protestar alegando que los ejercicios "violan la resolución de Naciones Unidas que ampara la misión ya que no se realizan junto al ejército libanés"
Sin embargo, como reconoce un oficial español conocedor de la zona "los incidentes no tienen tanto que ver con los movimientos militares de UNIFIL como con la intención de Hezbolá de demostrar que todavía mantiene un inmenso poder y que puede utilizarlo. Hezbolá siempre hace demostraciones de su control y efecto sobre la población en contextos de tensión y tras el asunto de la flotilla ha se generado ese contexto"
Líbano prohíbe a oficiales de UNIFIL volar a Israel
Tampoco el gobierno libanés es ajeno a este clima de tensión. El pasado día 15 de junio, el ejército israelí invitó a 19 oficiales de UNIFIL, entre ellos españoles, a viajar a Israel en una visita protocolaria. Dado que el viaje iba a realizarse en helicóptero, cruzando la frontera entre ambos países, la ONU notificó el traslado de los oficiales a las Fuerzas Armadas Libanesas y solicitó autorización para realizar el vuelo. La autorización fue denegada alegando que el viaje era "improcedente".