Ocho años de cárcel por intentar matar con una ballesta a la actriz Sara Casasnovas
La Audiencia de Madrid condena al agresor por intento de homicidio y tenencia ilícita de armas. El Tribunal desmonta la versión del acusado que sostenía que quería utilizar la ballesta para suicidarse
Los hechos ocurrieron el 7 de junio de 2009. Sara Casasnovas salía de una función de teatro y se encontró en la puerta con su agresor, un joven alemán que llevaba más de un año persiguiendo a la actriz. Ella le rechazó pero él le agarró, sacó una ballesta, apuntó a su cara y disparó. Casasnovas esquivó milagrosamente el flechazo
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El Tribunal no se cree la versión del agresor que sostenía que lo que hizo fue intentar suicidarse. Dicen los magistrados que tal extremo queda desvirtuado por la declaración de la víctima y del grupo de amigos que le acompañaban en ese momento. El acusado, añaden, "ha realizado actos de ejecución eficaces para producir el resultado de muerte".
La sentencia también recoge que el agresor tenía sus facultades mermadas en un grado "leve - moderado" con lo que era consciente de sus actos. Sobre el arsenal de armas que guardaba en su bolsa cuando atacó a la actriz, dice la Audiencia que una de las dos pistolas ballestas puede tener un efecto "altamente lesivo", al igual que 11 de las 13 flechas que llevaba y que se emplean en la caza mayor cuando la pieza no ha sido abatida para que, de esta forma, "se incruste más en el tejido de la flecha".