Obama firma la reforma del sector financiero que ofrece "la mayor protección al consumidor de la historia"
Ha asegurado que evitará que los ciudadanos tengan que volver a pagar por los errores de Wall Street
En un acto celebrado en el edificio Ronald Reagan, Obama ha recalcado que con esta ley se controlan "los abusos y los excesos que casi derriban el sistema" y no habrá más rescates pagados por los consumidores, ya que la reforma aporta la capacidad de controlar la quiebra de una entidad sin dañar la economía.
Ha subrayado que la aprobación de la ley no significa que el trabajo se haya terminado, ya que ahora es necesario que los reguladores estén atentos para que la nueva normativa sea efectiva. Además, ha señalado que quizás sea necesario realizar ajustes a medida que el sistema financiero se adapta a estos cambios.
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Obama también ha defendido que esta reforma es buena para la economía, porque acabará con los múltiples "préstamos malos" que alimentaron la burbuja de deuda y obligará a las entidades a ofrecer mejores productos a sus clientes, en vez de propuestas engañosas. Además, ha destacado que esta protección se verá reforzada por la creación de un nuevo organismo de vigilancia que tendrá como único objetivo "cuidar de la gente, no de los bancos ni de los prestamistas o de las casas de inversión.
Asimismo, ha recordado que aportará por fin transparencia al tipo de operaciones "complejas y arriesgadas que ayudaron a incrementar la crisis financiera" y dará a los accionistas una mayor competencia para decidir las retribuciones a sus directivos, para que así puedan premiar el éxito y castigar el fracaso.
En esta línea, ha asegurado que también ayudará a fomentar la innovación, "no a entorpecerla" y defendió que está diseñada para asegurarse de que todo el mundo sigue las mismas normas y las entidades compitan entre ellas con arreglo al precio y la calidad, no con trucos y trampas. "A menos que su modelo de negocio dependa de reducir la calidad o de estafar a sus clientes, no tiene nada que temer de esta reforma", añadió.
Por otra parte, Obama ha reconocido que aprobar la ley no ha sido "tarea fácil", ya que ha sido necesario superar la "furiosa presión" de una serie de poderosos grupos de interés y de una minoría partidaria decidida a bloquear este cambio, y alabó el trabajo de los políticos que se han encargado de redactar y elaborar la ley.