Militares españoles avanzan hacia el norte de Afganistán instalando un nuevo acuartelamiento
Los 150 efectivos que hasta ahora operaban en Sang Atesh se han trasladado a un nuevo puesto avanzado en Ludina
Un fuerte viento cargado de arena nos recibe al llegar a la base operativa que los españoles han construido Sang Atesh, uno de los puntos más violentos de la provincia en la que operan los españoles. La SER entra en el acuartelamiento donde más de 100 efectivos españoles viven en condiciones muy duras. Es un puesto especialmente peligroso, no en vano en esa localidad es donde las tropas españolas han sufrido sus últimos ataques. / MARIELA RUBIO / BARBARA PUYOL
La nueva base operativa avanzada (F.O.B) se encuentra en una zona utilizada por la insurgencia Talibán para nutrirse de armas dada su proximidad con la frontera de Turkmenistan.
El movimiento responde a un doble objetivo: por un lado avanzar hacia el norte consolidando posiciones frente a la insurgencia e incrementando la seguridad de la ruta Lithium, la carretera que atraviesa la de la provincia de Badghis de arriba a abajo. Y en segundo lugar, conseguir una mejor ubicación que permita mejores condiciones de vida para los militares que hasta ahora operaban en la base avanzada de Sang Atesh.
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Estos 150 efectivos españoles han pasado casi cuatro meses en condiciones muy precarias . Condiciones que serían prácticamente insoportables si se les suma el durísimo invierno afgano.
El traslado comenzó la pasada semana, coincidiendo con las horas posteriores al atentado sufrido por los guardias civiles españoles en Qala e Now el pasado 25 de agosto. Según fuentes militares, el nuevo puesto de Ludina estará plenamente operativo antes de que se celebren las elecciones legislativas previstas para el próximo 18 de septiembre.
El acuertelamiento de Sang Atseh era hasta ahora el punto más peligroso de todos los que España ha ocupado en Afganistán, la posición más al norte y por lo tanto más próxima a los feudos talibanes. En las cercanías de San Atesh moría el pasado mes de febrero el soldado John Felipe Romero al estallar una mina anticarro al paso del convoy en el que viajaba. La explosión dejó además otros seis heridos del contingente español.
Mejor terreno, mismo riesgo
Ahora, la nueva base avanzada de Ludina, a cerca de 4 kilómetros al norte del acuertelamiento de San Atesh, tomará el relevo como punto más caliente ocupado por los españoles. Ludina, es una zona tradicionalmente utilizada por la insurgencia para nutrirse de armas dada su proximidad con la frontera de Turkmenistan, por lo que la OTAN es consciente de que los Talibán pelearán por su control.
No obstante, la nueva base, construida desde cero por los efectivos españoles, ofrece ventajas con respecto al puesto de Sang Atesh: Se encuentra en mitad de un valle lo que permite un mejor control de los accesos a la ruta Lithium. El terreno es más sólido y la orografía más favorable lo que supondrá mejores instalaciones y facilidades en el suministro del acuartelamiento.
Desde el pasado mes de Mayo, los militares españoles se han desplegado en bases avanzadas que para ganar posiciones a la insurgencia y asegurar los puntos más problemáticos del la ruta Lithium. Sang Atesh fue la primera de estas bases avanzadas junto con el puesto de Sabzak que España ocupó hasta junio. En esa fecha, 100 militares españoles relevaron a efectivos estadounidenses en la base avanzada de Moqur, que actualmente siguen ocupando.
Mariela Rubio
Redactora de la sección de Política. Cubre la información del Partido Popular. Anteriormente fue redactora...