España se jugará en Croacia el pase a la Eurocopa
La Rojita vence por la mínima (2-1) a los bálcanicos
La selección española sub-21 ha obtenido una escasa renta en la ida de la eliminatoria de clasificación para la Eurocopa de Dinamarca de la categoría, ya que sólo pudo vencer por 2-1, pese a contar con más ocasiones, a una correosa Croacia, en un encuentro disputado en El Plantío de Burgos.
En este sentido, la incertidumbre planeará en la vuelta que se disputará en tierras croatas el próximo día 12, concretamente, en el estadio NK Varazdin.
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En los primeros compases de este importante duelo para los intereses del combinado dirigido por Luis Milla, quien se vio obligado a recomponer su equipo después de las ausencias por lesión de Javi Martínez, Ánder Herrera y Diego Capel, fue el bloque croata el que empezó mandando con dos llegadas consecutivas.
Un arreón al que respondió la Rojita con un firme propósito por monopolizar el esférico y buscar el desborde en banda con la llegada de los laterales. Así, Azpilicueta puso un buen centro desde el costado que Adrián remató en el corazón del área y obligó al guardameta croata, Kelava, a realizar una prodigiosa intervención (minuto 5).
Sin embargo, Croacia mostraba un gran entusiasmo y agresividad en la presión a los centrocampistas españoles, lo que le hacía armar transiciones fugaces y verticales. Pese a ello, el conjunto de Milla pisaba el área visitante con mayor asiduidad.
Parejo, Thiago y Mata eran la referencia en la creación y Adrián en la lanza de ataque, con Bojan más escorado a la izquierda, lo que le privaba de entrar más en contacto con el juego de toque y desmarque del conjunto español.
Adrián, el más dinámico de todos, abrió el marcador tras aprovechar un majestuoso pase de Thiago (minuto 20).
Poco le duró la alegría al combinado español, ya que, un minuto después, Skolnic se sirvió de un rechace de David De Gea a remate de Kalinic para devolver las tablas al electrónico de El Plantío.
Con este tanto, Croacia se atrincheró aún más y retrasó unos metros a su línea de cinco centrocampistas, dejando en una isla a su ariete, Kalinic. Mientras tanto, España seguía apostando por macerar las jugadas, aunque precisaba de un punto más de frescura en los metros finales.
La muralla croata estaba edificada con argamasa y España comenzaba a desesperarse, de ahí que cada vez prodigasen más los disparos desde la frontal, sobre todo del barcelonista Bojan.
Croacia estaba cómoda y cuando se desperezaba en ataque lo hacía con claridad y potencia.
Pero España seguía intentando asomarse por el balcón del área y, después de una buena jugada, el balón acabó en saque de esquina que Parejo botó a la perfección para una imperial llegada desde atrás de Mikel San José, quien devolvió de cabeza la ventaja al combinado nacional cuando se rondaba el descanso.
Tras el tiempo de asueto, Croacia subió de nuevo la presión al medio de la cancha, lo que propició que la media punta española, con Parejo y, sobre todo Thiago, se moviese con mayor holgura una vez superada esa primera zona de influencia visitante.
No obstante, ese dominio inicial se fue evaporando, ya que la zaga croata se empleaba a fondo y con contundencia para que Bojan y Adrián no contactasen con el cuero. Cuando lo lograban, el peligro latía, como en un gol anulado por presunto fuera de juego de Bojan.
España buscaba el tercero pecando, en ocasiones, de individualismo y de precipitación, mientras Croacia se aproximaba al área de De Gea con cuentagotas e inocencia. Estaba más preocupada de defenderse de una hipotética renta mayor para la vuelta.
Aun así, entre Oremus y Palic fabricaron un contragolpe a falta de quince minutos para la conclusión del choque que a punto estuvo de dar un susto a De Gea. Una jugada que animó a Croacia, que evidenciaba una mayor entereza física en los minutos finales.
Canales entró para dotar la chispa perdida al ataque español, pero poco pudo hacer el madridista, pues España estaba asfixiada y parecía conformarse con la corta ventaja lograda para la vuelta. Así fue, y el partido murió con el 2-1 que se fraguó en el primer tiempo, pese a la clara ocasión que erró Mata en el minuto 88, cuando se encontraba solo contra el portero.