Los retos del ministro de Trabajo
Los principales desafíos que aguardan a Valeriano Gómez
El paro, las reformas y la recomposición del diálogo social son los principales desafíos que aguardan a Valeriano Gómez, el nuevo responsable de Trabajo, que ya lideró, en su etapa como Secretario General de Empleo, un proyecto de diálogo y entendimiento con los agentes sociales que culminó en la reforma laboral pactada de 2006.
Valeriano Gómez tiene tres frentes principales abiertos en su llegada a Trabajo, que además están ligados entre sí: el paro, las reformas pendientes y la relación con los agentes sociales.
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El desafío clave es el desempleo, y cómo reducir la tasa del 20% de parados, además del creciente número de desempleados de larga duración y de familias en la que todos sus miembros están sin empleo. Todo, en un contexto de crisis, en la que medidas como el pago de 426 euros a los desempleados que se hayan quedado sin ayudas tienen ya fecha de caducidad, y con previsiones de crecimiento bajas, que no serán suficientes para estimular el mercado de trabajo: según los propios cálculos del ejecutivo, la tasa media de paro estará el año que viene por encima del 19%.
En este reto de largo recorrido, se insertan los desafíos más inmediatos: las reformas que vienen y las que están pendientes. En primer lugar está la reforma de las pensiones, que se debate ahora en el Congreso, a partir de cuyas recomendaciones el gobierno deberá elaborar una propuesta. El ejecutivo mantiene la idea de aumentar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, que rechazan el resto de grupos políticos y a la que se oponen frontalmente los sindicatos. También está en el calendario próximo la reforma de las políticas activas y de los servicios públicos de empleo, un empeño personal del presidente del Gobierno, que abarca desde las bonificaciones a la contratación hasta la formación, pasando por la colocación de los parados desde unas oficinas de empleo que hoy consiguen muy pocos resultados en este campo. Y, por supuesto, el desarrollo de la reforma laboral aprobada en septiembre, y que fue la causa principal de la huelga general.
Y precisamente la contestación a las medidas de ajuste del ejecutivo es el tercer reto que deberá afrontar el nuevo ministro: sobre todo, la recomposición de relaciones con los sindicatos, que están preparando nuevas medidas de movilización contra el gobierno. El perfil dialogante de Valeriano Gómez es un punto a su favor, pero desde los sindicatos ya anuncian que lo que esperan es un cambio y una rectificación en las políticas. Por otro lado, Gómez deberá tratar con una patronal en pleno proceso de reorganización interna, a la espera de un nuevo líder, lo que ha paralizado los procesos de diálogo.