Internacional

La reconstrucción de Afganistán, en peligro

Empresas, organizaciones y ONGs han comenzado a suspender grandes proyectos de reconstrucción en Afganistán por la decisión de Kabul de disolver las compañías privadas de seguridad

La decisión de empresas y ONG's de suspender los proyectos de cientos de millones de dólares, podría tener un efecto importante en la campaña del Ejército de Estados Unidos

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Las consecuencias de la decisión que tomó en agosto el presidente afgano, Hamid Karzai, de disolver las compañías privadas de seguridad que operan en el país en un plazo de cuatro meses, "serán catastróficas", según reconocen fuentes de la administración Obama. De hecho, algunas empresas y organizaciones han empezado ya a suspender importantes proyectos de reconstrucción. Según publica esta madrugada la prensa estadounidense, entre los proyectos afectados se encuentran varios programas en apoyo a los campesinos afganos y otros que intentan fortalecer los gobiernos locales, todos vitales en el esfuerzo de estabilizar las volátiles regiones del sur y del este del país.

"Si estos proyectos se detienen podemos irnos a casa; son esenciales para la estrategia de lucha contra la insurgencia", ha asegurado un funcionario estadounidense. Otra fuente explica que la disolución de las empresas de seguridad privada afectará a labores de reconstrucción valoradas en 1.500 millones de dólares. Más de 20.000 afganos perderán su trabajo solamente en la construcción y en proyectos energéticos.

La prohibición de las firmas de seguridad, que entrará en vigor el próximo 17 de diciembre, afecta a todas las empresas dedicadas al desarrollo y a todas las ONGs, incluidas aquellas que son financiadas por otros países y por la ONU. La norma también se aplicará a subcontratistas que custodian los convoy militares que transportan alimentos, gasolina y otros suministros esenciales, y a bancos internacionales y a otras entidades privadas que, con sus servicios, apoyan el trabajo de reconstrucción.

El Gobierno afgano quiere que sean los policías y soldados los que presten los servicios de seguridad a cooperantes y protejan los proyectos, una idea que diplomáticos y ONGs califican de poco realista porque las fuerzas de seguridad de los gobiernos locales son corruptas, no cuentan con la formación adecuada ni tampoco con el personal suficientes como para dedicarse a este trabajo, alegan.

Las empresas también han explicado que no podrán contratar seguros para sus empleados porque no se les permite contar con agentes de seguridad privados.

EEUU ha apoyado la decisión de Karzai de prescindir de las empresas de seguridad pero más como una iniciativa a largo plazo y no sin una fase larga de transición.