Una cuarta parte de los españoles duerme peor que el año pasado por la crisis
Una cuarta parte de la población asegura que duerme peor que el año pasado
Bienvenidos al campeonato nacional de siesta. Los concursantes acuden al siestadio. Tendrán veinte minutos para quedarse profundamente dormidos. Algunos esperan coger el sueño como un bebé. Hay quien se trae de casa hasta el orinal y el pijama. Hay quien no puede dormir sin la manta de su equipo. Una doctora a través de un pulsómetro controla que los participantes no finjan estar dormidos. La jueza otorga puntos a los dormilones en función de la vestimenta o la postura. Llega la hora de despertarse, quien más haya dormido durante veinte minutos conseguirá subir al podium / AGENCIA ATLAS
Uno de cada cinco encuestados confiesa que lo que más dificulta su reposo son los problemas laborales y el miedo al paro, más aún que las preocupaciones de familia y salud, que habían estado por encima hasta ahora.
Una cuarta parte de los españoles duerme peor que el año pasado por la crisis. Así lo revela un sondeo realizado entre más de un millar de personas a lo largo de 2010 sobre hábitos de sueño, que ha presentado en una rueda de prensa el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO).
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"Cualquier situación de crisis social causa mayor estrés para grandes grupos de población y no es aventurado decir que al menos el insomnio transitorio ha podido aumentar", ha dicho el doctor Antonio Vela, profesor de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid y responsable del Laboratorio del Sueño Humano.
El especialista ha precisado que un 30% de la población tiene al menos alguna de las manifestaciones propias del insomnio, aunque el considerado crónico se sitúa alrededor del 10%.
Irritabilidad, fatiga y falta de concentración son sus primeras consecuencias, aunque a la larga aumenta el riesgo de tener enfermedades más graves como la hipertensión, la diabetes y la depresión.
Los expertos apuestan por la siesta como una medida saludable, aunque no debe sobrepasar los veinte minutos, además de ser un factor que favorece la longevidad y que evitaría accidentes y errores laborales.
Un hecho que preocupa a los profesionales sanitarios es el denominado "jet lag social", que afecta especialmente a los adolescentes y jóvenes, porque trasnochan de miércoles a domingo al tiempo que abusan de sustancias tóxicas, lo que incidirá negativamente en su salud.
Según una investigación publicada en la revista Canadian Journal of Psychiatry , el consumo de fármacos de síntesis para dormir o aliviar la ansiedad se asocia con un aumento del 36% en el riesgo de muerte prematura, lo que se atribuye a que afectan al tiempo de reacción, agilidad y coordinación y, por tanto, propician los accidentes, además de agravar ciertos problemas respiratorios.
Unos efectos de los que carecen los preparados de plantas medicinales que se dispensan en farmacia, ha concluido Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta de INFITO.