Una ciudad en la chaqueta
Tecnología, arte y moda se unen en la colección que Ruizgalán presentó al público el pasado miércoles: un sorprendente desfile y una exposición que cuestiona el sistema de la moda tal y como lo conocemos
El pasado miércoles 27 de octubre, una larga hilera de personas esperaban a las puertas de Utopic_US, un espacio cultural alternativo en pleno Madrid de los Austrias. La razón no era otra que asistir al desfile de presentación de uno de los proyectos de moda más originales y rompedores de los últimos tiempos: una colección de prendas que reflejan la parte más desconocida de Madrid y que han surgido del empeño personal y el talento de un joven madrileño, Ruizgalán.
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Ruizgalán había presentado ya algunas pequeñas colecciones en pasarelas como el Museo del Traje de Madrid, o Creamoda, en Bilbao. Sin embargo, Urbe es su proyecto más ambicioso y, como el punk en los años setenta, responde al más genuino espíritu "Do it yourself".
El diseñador tenía una obsesión materializada en la ciudad de Madrid, escenario de sus paseos y de su vida cotidiana. Por eso, a la hora de plantear una nueva colección, decidió trasladar el paisaje urbano a la superficie de las prendas. Su idea era imprimir imágenes de alta resolución en el tejido, originando un efecto de trampantojo o trompe l'oeil. Lo que parecía un empeño imposible finalmente se cumplió gracias a Fotosíntesis , unos conocidos laboratorios fotográficos, que le propusieron financiar su proyecto para ver hasta dónde podía llegar su habilidad con la impresión fotográfica sobre tejidos gracias a una técnica prácticamente inédita en España: termosublimación con tintas dispersas.
El proceso no ha sido nada fácil: después de tomar las fotografías en alta resolución y tratarlas digitalmente, han tenido que ser ajustadas a los patrones de las prendas, que a veces constan de muchas piezas que tienen que encajar entre sí. Tras la impresión de cada pieza en su tejido correspondiente, Ruizgalán y su equipo han pasado semanas cosiendo unas prendas estructuradas de manera arquitectónica y con numerosas dificultades.
Prueba de fuego... Superada
Después meses de trabajo, esta semana Urbe pasaba su prueba de fuego frente a un público en el que no faltaban profesionales del mundo de la moda, el arte y la tecnología. Todos querían ver el resultado de este fenómeno poco frecuente, que parecía contradecir las leyes no escritas de la moda: una colección en principio no comercial, producida de manera independiente y mostrada al público en un espacio dedicado al arte en lugar de en una pasarela. A estas circunstancias se une otro factor, que es el siempre espinoso asunto de la moda masculina, en principio no tan atractiva como la femenina.
Exposición hasta el 3 de noviembre
Sin embargo, finalmente esta conjunción de elementos adversos parece haber dado resultado, y dicho resultado se encuentra ahora parcialmente expuesto en el sótano del espacio Utopic_US (Concepción Jerónima, 22, Madrid) hasta el próximo 3 de noviembre. Los trajes, de corte experimental, están integrados en una instalación artística comisariada por El Aperitivo, una iniciativa de agitación cultural que lleva meses celebrándose periódicamente en Madrid. Aunque el futuro es incierto para creadores como Ruizgalán, lo cierto es que no ha faltado público ni buenas críticas hacia el proyecto. Y es que, aunque hay crisis y, en efecto, las cosas ya no se hacen como antes, también parece que este nuevo modo de hacerlas funciona, y que en tiempos inciertos la imaginación puede ser una vía de escape para un sistema de la moda habitualmente más aburrido y criticado.
- <a name="despiece1"></a>Moda para ser vista