Arcade Fire, la esperanza del rock
La banda canadiense ha crecido a un ritmo constante y con apenas tres álbumes en seis años son una de las bandas claves de la nueva escena
Arcade Fire en una foto promocional de su último disco
Las bandas independientes viven de la música con mucho esfuerzo, con centenares de conciertos al año y una constancia en el estudio que les proporcione material fresco con el que girar, los canadienses de Arcade Fire se rigen por otras reglas.
Más información
Parece claro que Arcade Fire ha dejado de ser una banda independiente o underground, su visita a España ha generado una gran expectación sobre un grupo que se ha puesto de moda sin que nadie pareciese apreciarlo, y que ha vendido todas las entradas para sus conciertos con meses de antelación. Massive Attack ha comandado una carrera revolucionaría basándose en la regla del tres, un álbum cada tres años y una gira mundial de un año completo. Arcade Fire ha tomado el mismo camino.
La aparición de Arcade Fire en 2004 fue aplaudida por la crítica independiente y supuso una agradable sorpresa para su sello, que agotó todas las existencias de 'Funeral'. Las sorpresas se fueron sucediendo paso a paso. Uno de sus primeros valedores de la banda fue David Bowie, que se encargó de apadrinarlos. El éxito inmediato del grupo, apoyado por varios medios especializados, les obligó a ampliar los aforos de casi todas las citas de su primera gira. Durante 2005 protagonizaron su revolución con portadas en revistas como 'Time' (edición canadiense), apariciones en programas como David Letterman y una importante gira como teloneros de U2. Arcade Fire había venido para quedarse. En 2005 tuvo lugar la primera visita de la banda a España con su actuación en el Primavera Sound de Barcelona. 'Funeral' cerraba su primer año con una candidatura a los Grammy en la categoría de Mejor Álbum de Rock Alternativo.
La consagración del segundo disco
La banda decidió volver al estudio y encargarse de la producción de su siguiente álbum. 'Neon bible', publicado en 2007, fue grabado en un iglesia de Montreal. La expectación por escuchar el nuevo material de la banda convirtió el disco en un éxito inmediato y el álbum entró en la lista de ventas de decenas de países. La formación canadiense definía su sonido épico con decenas de instrumentos y una puesta en escena espectacular como bien representaron en su doble actuación en Madrid y Barcelona en el Summercase de 2007. Tras una extensa gira la banda decidió parar y preparar su siguiente trabajo. De nuevo había que esperar.
A mediados 2010, tres años después de 'Neon Bible', veía la luz 'The Suburns', un disco en el que la banda viraba hacia un sonido más accesible, una decisión acertada que llevó al disco al número 1 en EEUU la semana de su lanzamiento, y que sorprendentemente alcanzó el segundo puesto en la lista española. El disco se presentó con un videoclip revolucionario e interactivo presentado como un experimento de Google Chrome en Html5, un nuevo lenguaje de programación. De nuevo tras años de silencio la banda regresaba por la puerta grande, consolidados como uno de los referentes del rock del siglo XXI. Esa etiqueta sigue vigente con esta nueva visita, los canadienses son una banda de estadios y pabellones que se ha convertido en una máquina de vender entradas.
