La noche más dura para el PSC
Estuvo 23 años en la oposición, fueron 22 noches electorales -una tras otra- muy difíciles, pero parece que esta puede ser la noche más dura para el PSC. Los dirigentes han asumido desde hace tiempo que perderán el Gobierno, pero las encuestas exponen a Montilla ante los peores resultados que han obtenido los socialistas. Confiados en que al final la gente salga a la calle y no sea para tanto, la idea del 'presiden't es aguantar pase lo que pase, mantener la paz interna al menos hasta las municipales, para que el PSC se presente unido el próximo mes de mayo.
Las autonómicas son importantes, pero no lo serán menos las locales en un partido con tanto arraigo en los municipios y que se juega la alcaldía de Barcelona. También es verdad que otros dirigentes no lo tienen tan claro, y si las cosas van mal dadas, harán notar que es la hora de que el PSC se plantee qué quiere ser de mayor. Si seguir asociado con el PSOE, si marcar distancias, si dejar paso a los más catalanistas o impulsar a una nueva generación de los llamados 'capitanes'.
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Suenan Carme Chacón, Montserrat Tura y Antoni Castells en las quinielas para la sucesión. Celestino Corbacho jura y perjura que no ha venido a quitarle el sitio a Montilla. Y él, el primer secretario que se fajó como secretario de organización, asegura que el partido no se dividirá. En su entrevista con Carles Francino, la semana pasada, Montilla aseguraba que eso de "las dos almas del PSC" es un tópico, que "tiene muchas almas". "El PSC es un partido muy cohesionado" -remataba- "ha pasado por momentos muy difíciles pero mantiene un grado de cohesión considerable".
Cataluña fue clave para que Zapatero llegara a la Moncloa. Sin el voto del área metropolitana Montilla no hubiera sido 'president'. Esos dos tópicos parecen haber perdido entidad: el tripartito ha difuminado la marca PSC y la crisis económica y los recortes han tocado la fibra sensible del votante socialista. Los resultados de esta noche precipitarán cuál es el destino de un partido histórico, uno de los inventos que todavía dura desde la Transición, y que se expone a una noche de incertidumbre.