En guerra con los mercados

Recuerdan los mercados estos días a esas calderas que necesitan constantemente carbón. Si cesan las paladas, amenazan con pararse y provocar muertes por congelación. La voracidad de los mercados parece inagotable. ¿Dónde está el límite? ¿Hasta cuándo habrá que seguir alimentándolos? El miércoles, el presidente Zapatero anunciaba un paquete de medidas y, sin haber entrado en vigor, ya produce angustia el pensar que no sean suficientes. Hubiera ayudado hoy a calmar el hambre de esta bestia que todo lo deglute... que el Banco Central Europeo hubiera anunciado la compra de bonos de países con problemas; pero no lo ha hecho, aunque Trichet ha advertido a los especuladores de que no se confíen, de que la eurozona responderá a sus ataques. Lenguaje bélico sin paliativos.

Estamos -está la Eurozona- en guerra con los mercados. Y Trichet amenaza a los que apuestan por la caída del euro de que no se saldrán con la suya. Veremos en qué acaba la guerra. De momento, las batallas en nuestro país siguen dejando cadáveres por el camino. El paro vuelve a subir y el Gobierno se saca de la manga nuevas subidas de impuestos en el tabaco. Y esto es, de verdad, lo que entiende la gente.