El Real Madrid vence al Sevilla con la ley del mínimo esfuerzo
Un solitario <b>gol de Di María le sobra al Madrid para tumbar al Sevilla</b> en un partido tan poco vistoso como disputado
El Real Madrid se impone al Sevilla (1-0) , en un partido en el que echó en falta la imaginación de Xabi Alonso y en el que hizo aguas en el centro del campo. El Madrid mejoró con Granero y Pedro León, mientras que Carvalho fue expulsado en el inicio de la segunda parte.
El Sevilla se presentó en el Santiago Bernabéu posiblemente como el equipo con peor estado anímico de la Liga. Sin ganar un partido en la competición doméstica desde el 14 de noviembre, los de Manzano interpretaron el pitido inicial como una inyección de adrenalina. Zokora y Romaric presionaron desde el principio a sus homólogos madridistas.
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Aunque el Real Madrid viene siendo en su mayor parte verticalidad y fútbol veloz, hasta ahora solía dominar con cierta templanza la medular en los partidos. La entrada de Lass por el sancionado Alonso aportó sacrificio a los blancos, pero les privó del criterio y la sorpresa del donostiarra.
Conforme discurría la primera parte, Cristiano y Di María se iban dando cuenta de que deberían ayudar en la creación si querían acercarse a la portería de Palop. Recibiendo el balón tan atrás, el Madrid llegaba al área, pero Benzema recibía siempre solo y con poco que hacer. Mucho más desaparecido pasó el alemán Özil en la primera parte, seguramente el jugador que más extrañaba a Xabi Alonso.
Por su parte, el equipo hispalense salía a la contra cuando podía para que Negredo se peleara con la zaga. En una de esas, el delantero vallecano se encontró con un balón delante de Casillas, pero Pepe llegó a tiempo para corregir. De seguir buscando a Negredo llegó una de las jugadas polémicas del partido. Calvalho derribó al ariete cuando era el último defensor, pero por suerte para él el balón salió en dirección al corner y Clos Gómez sólo le mostró la amarilla.
Al final del primer tiempo, lo único reseñable del bagaje ofensivo del Madrid era un chut de Di María mal resuelto por Palop. Los de Mourinho no dispararon ni una sola vez desde dentro del área andaluza, parecía claro que algo fallaba.
La segunda mitad arrancó con la misma anarquía en el centro del campo. Ni Lass, ni Khedira, ni Zokora, ni Romaric conseguían asociarse con sus delanteros, pero al menos el Sevilla tenía clara la consigna: Negredo. Así, en el minuto 13, un balón en profundidad dejó al 'nueve' sevillista sólo delante de Casillas. El Bernabéu enmudeció de tal manera que el propio Negredo se dio cuenta de la magnitud de la ocasión. Le pegó mal y el balón se fue arriba.
Pero el destino aún le guardaba al Madrid otra desagradable sorpresa. En un lance del juego, Carvalho saltó con el codo en alto y el trencilla le enseñó la segunda amonestación. Mourinho mientras tanto se removía en el banquillo en busca de soluciones, y la encontró precisamente en los menos habituales. Khedira y Benzema, fuera, Granero y Pedro León, dentro.
Con diez y con un Lass como dueño del monopolio del centro del campo, el Madrid reapareció como un reloj con pilas nuevas. Di María ganó libertad con la entrada de Pedro León y empezó a recibir más a menudo el balón cerca del área. Con más gente para tocar, también Özil se recompuso. Apenas necesitó de un balón cerca del área para asistir a Di María, que se aprovechó de un error de Palop para hacer un gol de pícaro.
De ahí en adelante, veinte minutos de cambios, tanganas y de todo menos fútbol. El Sevilla renunció al partido con la connivencia de Mourinho, que mandó a Özil al banco para dar entrar a Albiol, en una muestra más de la filosofía que está imponiendo el club blanco.
Y en eso consiste este Real Madrid, un equipo que puede parecer indiferente durante 70 minutos, pero que con uno le basta para enseñar todo su arsenal. Quizás esta fórmula no valga en retos mayores, pero en la competición doméstica está más que comprobado que es fiable.
Gol de Di María (Real Madrid 1 - Sevilla 0)
01:39
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