Un atracador con importantes antecedentes y detenido en el pasado bajo la acusación, entre otras, de ser miembro de la Ndrangheta, la mafia calabresa, se hizo arrestar este lunes por la Policía italiana porque, según confesó, se sentía solo fuera de la cárcel. El mafioso, de 56 años, llamó por teléfono a una comisaría de la ciudad de Lucca, cerca de Florencia, donde pidió hablar con el máximo responsable, al que aseguró que estaba cansado de su trayectoria criminal y su deseo de querer confesar algunos de sus atracos, informaron los medios de comunicación italianos. Los investigadores intentan esclarecer ahora el motivo por el que el detenido se siente más seguro en la cárcel que en libertad y las posibles amenazas a las que puede estar sometido. Según la policía, el detenido es un «peligroso atracador en serie» sobre el que recaen acusaciones como la de asociación mafiosa, extorsión, secuestro y tráfico de estupefacientes, entre otras. Los medios italianos precisaron que el detenido fue arrestado hace unos años por posesión ilegal de armas y tras salir de la cárcel intentó rehabilitarse y abrir un pequeño comercio, aunque sin conseguirlo, con lo que volvió a su vida delictiva. Entre los delitos que el hombre confesó este lunes ante los agentes de policía de Lucca está el atraco a una sucursal bancaria, cuando logró un botín de 5.000 euros, y dos intentos de asalto fallidos.