Un Atlético sin ideas empata contra el Racing en el Calderón

Atlético de Madrid y Racing de Santander resolvieron con empate un partido soporífero, sin apenas ocasiones ni méritos para conseguir la victoria por parte de ambos equipos y que frenó la reacción y la persecución del conjunto rojiblanco de las plazas de Liga de Campeones.

Fue un mal partido del equipo rojiblanco, que echó de menos el fútbol de José Antonio Reyes, baja por sanción, y la aportación ofensiva del uruguayo Diego Forlán, lesionado, y del portugués Simao Sabrosa, ya en el Besiktas turco, unas ausencias transcendentales, hoy por hoy, en el irregular conjunto madrileño.

Todas esas bajas, sobre todo la de Reyes, mermaron el juego en ataque del Atlético, que asumió el monopolio de la posesión de la pelota desde el principio, pero que sufría para encontrar vías hacia la portería de Toño y que apenas amenazó la corrección táctica y la seriedad defensiva del Racing.

Sólo lo hizo a ráfagas ofensivas, lideradas por el argentino ''Kun'' Agüero, hoy sin sus tres socios habituales de ataque en los últimos años, pero incisivo cada vez que contactó con el balón, aunque insuficiente, salvo en el minuto 2 tras un pase de Fran Mérida, para alterar la tranquilidad de Toño durante todo el choque.

Esa fue una de las pocas ocasiones, detenida por el guardameta visitante, en todo el encuentro del Atlético, que perdió al portugués Tiago Mendes por lesión en el minuto 21 y que sólo puso en apuros en un par de oportunidades más al portero rival antes del descanso, la más clara en una acción del brasileño Diego Costa.

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Mucho menos ofreció el Racing en el primer tiempo. Tan centrado en mantener su meta sin goles en contra, en contener la verticalidad de Agüero y en incomodar en todo momento el juego rojiblanco, no apareció por la portería de De Gea hasta el minuto 42, en un buen lanzamiento de falta de Kennedy despejado por el arquero atlético.

Pocos méritos, en uno y otro bando, para ganar el partido, un duelo incómodo que exigía más argumentos, más ritmo y más precisión del Atlético, atascado e incapaz de transformar el choque en el inicio de la segunda parte, tan soporífera como casi todo el primer tiempo, pero con aún menos ocasiones en ambas porterías.

Ni el equipo rojiblanco, encomendado a alguna genialidad de Agüero, ni el Racing, con dos disparos desviados de Rosenberg y poco más, llegaban con caridad al área contraria, en un encuentro embarullado, con muchísimos más pases perdidos que acertados y cuyo desenlace apuntaba claramente al empate con el paso de los minutos.

Fue entonces cuando se animó el choque, cuando comenzó la exigencia para los dos guardametas, cuando Koke, Agüero y Diego Costa, por el equipo local, y Rosenberg, por el visitante, obligaron a estirarse a Toño y De Gea, salvador en uno contra uno ante el atacante sueco, y cuando el duelo abrió las opciones de victoria.

Demasiado tarde para las ambiciones del Atlético y del Racing, que resolvieron con empate un partido soporífero, otra oportunidad perdida por el conjunto rojiblanco para relanzar definitivamente sus aspiraciones de Liga de Campeones y un punto importante en las opciones de permanencia del equipo cántabro.