Al Atlético le sobra con el Kun Agüero

En la semana en la que el Atlético de Madrid y el Kun Agüero acordaron la continuidad del argentino en el club hasta 2014, éste volvió a demostrar que es de largo la mejor apuesta que pueden hacer los rojiblancos si quieren tener futuro y volver a conquistar títulos como los logrados en 2010.

El delantero rojiblanco fue el gran protagonista del partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey ante un Espanyol que solo hizo una cosa peor que el Atlético: carecer de un delantero como Sergio Agüero.

Y eso que el 10 estuvo desaparecido durante 25 minutos. Bueno, lo estuvo realmente su equipo, venido a menos ante el ímpetu de un Espanyol ordenado y descarado. Solo en ese tiempo el Atlético se acercó una vez con peligro a la meta contraria. Eso sí, lo hizo para que Raúl García estrellara una bola al palo de la portería de Cristian.

Llegaba el Espanyol y la defensa del Atlético asustaba en más de una ocasión. La más significativa fue la del lío que se hicieron Perea y De Gea en el área pequeña, aunque la pifia no tuvo mayores consecuencias.

El Kun fue determinante porque no solo abrió el marcador, sino porque cambió el rumbo del partido. Después de su gol -toda una demostración de velocidad, fortaleza, verticalidad y capacidad en la definición- el Atlético se vino arriba con ocasiones de Reyes -que volvía tras su sanción en la Liga- y del propio Agüero, que en dos ocasiones demostró que el destino del que se enfrenta a él es enfundarse una camisa de fuerza.

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Otro argentino intentó hacer sombra al Kun. Dátolo, el jugador del Espanyol, fue el más valiente entre las filas de los de Pochettino. Pero su efecto fue menos duradero que el del rojiblanco. Aunque el Atlético sufrió en los primeros minutos de la segunda mitad, cuando Dátolo buscaba el área contraria y Luis García mandaba un balón a la cruceta instantes después de obligar a De Gea a hacer la parada más espectacular de la noche.

El Espanyol marcó demasiado tarde

Y fue precisamente Luis García el que marcó el gol del empate. Aunque ya era tarde. El partido se encontraba en la prolongación de la segunda parte. Era solo uno de los tres goles que necesitaba su equipo.

Aparte del gol de Luis García, no hizo mucho más el Espanyol, aunque reclamó un posible penalti a falta de unos segundos para el final y, sobre todo, tuvo la pelota. Y con ello demostró lo que se sabía desde el principio: que un equipo que tiene en sus filas a un jugador como el argentino tiene mucho que ganar incluso si el resto de sus compañeros no pasan de una actuación discreta.

Por cierto, el equipo que quiera hacerse con el Kun tiene que pagar, según consta en el contrato que firmó esta semana con el Atlético, 45 millones de euros. Hace unos días, el precio era de 60 millones.