Un preso se fuga dos veces de prisión con sendas órdenes falsas en Madrid
Por dos veces la misma operación y por dos veces los documentos falsificados
Una semana lleva ya fugado de la cárcel de Estremera, José Carlos Serna, quien logró abandonar el centro penitenciario porque sus cómplices falsificaron el documento de puesta en libertad y lo enviaron desde el mismo número de fax de la Audiencia Provincial.
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Los cómplices de José Carlos Serna conocen a la perfección el funcionamiento de la administración de Justicia y sobre todo los procedimientos y protocolos para poner en libertad a un preso preventivo. Lo hicieron ya el pasado 15 de octubre, lograron que este acusado de secuestro saliera de la cárcel de Valdemoro y repitieron el mecanismo para que Serna abandonara los muros de Estremera el jueves pasado. En ambas operaciones delictivas se falsificaron los documentos oficiales y se enviaron a los juzgados de vigilancia penitenciaria desde el mismo fax, es decir el fax de la sección 23 de la Audiencia Provincial madrileña.
La primera en la frente de la justicia y la segunda igual. De ahí que los magistrados de ese tribunal hayan abierto una investigación con especial atención a las comunicaciones que se realizaron entre la sede de la Audiencia y el juzgado de Arganda. Además, una mujer que se identificó como trabajadora de la Audiencia habló por teléfono con los funcionarios para acelerar los tramites.
Por dos veces la misma operación y por dos veces los documentos falsificados. Un delito más que sumar al de quebrantamiento de condena y una sensación de estupor, bochorno y recelo entre toda la clase judicial madrileña. Estupor porque en el mundo de las redes globales no puede tolerarse que los documentos de los juzgados no lleven firma digital, por cierto un requisito que se exige a cualquier ciudadano si quiere operar con datos. Bochorno porque van dos veces en solo 3 meses y nadie tiene dudas de que si el error hubiera sido imputable a las fuerzas de seguridad ya se habrían depurado responsabilidades, pero la justicia es lenta y más si se trata de investigar a órganos jurisdiccionales; y recelo porque se ha instalado la sensación entre los funcionarios de la Audiencia de que hay un traidor.
Entre tanto, la Policía y la Guardia Civil buscan por segunda vez a José Carlos Serna, en la primera ocasión lo detuvieron en Villalba. Esta vez su detención va a ser mas difícil, pero la brigada de localización de fugados ya maneja varias pistas.... La principal: esa mujer que llama a los juzgados como si fuera una funcionaria.