Los 'hackers' doblegan a la PS3
Burlada la seguridad de la consola de Sony, cualquier persona podría instalar programas y videojuegos pirata en la PlayStation 3
Los piratas informáticos toman ventaja en su particular batalla contra Sony por piratear la PS3. Según cuenta BBC, la seguridad de la consola de videojuegos PlayStation 3 ha sido desbloqueada por hackers, lo que potencialmente podría permitir que cualquier persona instale los programas que quiera -incluyendo videojuegos pirata- en el aparato.
Un grupo de hackers ha dado con un método que obliga al sistema a revelar las claves secretas que utiliza para permitir la instalación de software en la máquina. Además, un hacker de EEUU, conocido tras desbloquear el iPhone, usó un método similar para extraer la clave maestra de la PS3 y publicarla en línea.
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Sony no ha querido comentar nada a pesar de que su producto es considerado uno de los más seguros del mercado. Y es que, según cuenta pytey, un miembro del grupo de hackers conocido como fail0verflow, a BBC, "todas las consolas están comprometidas y no hay forma de recuperarse de esto". Ese mismo pirata informático cree que "esto es lo peor" que le puede pasar a Sony.
El grupo, que también consiguió alterar la Wii de Nintendo y que asegura estar en contra de la piratería, afirma haber desarrollado el programa informático para poder instalar otros sistemas operativos y software independiente en el poderoso dispositivo.
El hacker estadounidense George Hotz, que ya había logrado modificar partes de la consola, ha utilizado una técnica similar para extraer la clave maestra y la ha publicado en su blog.
Ese número, antes secreto, se utiliza para autorizar todos los juegos y programas que corren en el sistema de tal forma que Sony pueda comprobar que son genuinos. Sin embargo, al conocerse la clave se puede instalar cualquier programa. Según Hotz, "la publicación de la clave es más académica que otra cosa".
La PS3, considerada una de las consolas más seguras y la única que no se podía alterar permanentemente, ha sido blanco de los hackers en los últimos 12 meses.
Fue Hotz quien logró romper su seguridad inicialmente obligando a Sony a liberar una actualización que impedía la instalación de versiones de Linux en la máquina, una de sus características más atractivas, pero vulnerables.