Benzema se libra del castigo de Mourinho a los suplentes y da la victoria al Real Madrid

En el descanso del partido entre el Real Madrid y el Mallorca, el portugués José Mourinho volvió a demostrar que es un entrenador implacable con los suplentes. Este domingo les tocó comprobarlo a Granero y a Kaká -todavía en fase de recuperación-, que solo duraron en el terreno de juego 45 minutos en los que el Real Madrid no supo hacer circular el balón y vio cómo el equipo de Laudrup -con Nsue sobresaliente- tenía las mejores ocasiones.

Ampliar

Quizá el castigo a Kaká y Granero fue el mejor estímulo que Mourinho encontró para motivar al único jugador para el que no tiene recambio: Karim Benzema. Quince minutos después del castigo a los suplentes, el solitario delantero centro del Real Madrid pareció pedir un voto de confianza a su entrenador abriendo un partido que desde el inicio se le había puesto cuesta arriba al Real Madrid en el Bernabéu.

Con su gol, Benzema sumaba su segundo gol en la Liga -Mourinho no puede decir que lleva los mismos que Sergio Ramos y uno menos que Carvalho- y demostraba que tiene fundamentos que oculta su aparente indolencia en muchas fases de los partidos. También devolvía la confianza que le había dado la grada del Bernabéu en la primera parte, que le había regalado aplausos en los pocos detalles que había sido capaz de ofrecer.

Eso sí, estos aplausos fueron anteriores a algunos gritos que reclamaron a Van Nistelrooy justo después de que, en torno al 40 de la segunda parte, el francés desaprovechara una doble ocasión para sentenciar el partido.

El gol de Benzema fue importante para el Madrid porque durante una hora no había sido superior al Mallorca, hecho destacable si se tiene en cuenta la rapidez con la que el F.C. Barcelona ha resuelto sus últimos partidos. El sábado, ante el Racing, el equipo de Guardiola ganaba en el minuto dos.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Nsue pudo adelantar al Mallorca

Porque el Real Madrid no solo no estaba siendo mejor, sino que pudo ir por detrás en el marcador desde muy pronto, cuando en el minuto 13 Nsue lanzó un balón al palo de la portería de Casillas. Y ofrecía constante peligro a la contra, con un Pereira que lanzaba a su equipo con velocidad cuando tenía ocasión de salir a la contra.

Granero y Gago no ofrecieron resistencia al centro del campo mallorquinista, que tocó menos el balón pero supo dirigirlo mejor hacia la portería contraria cuando lo tenía en sus pies. Prueba de ello es que el primer remate a puerta del Real Madrid, de Sergio Ramos, no llegó hasta el minuto 35 de la primera mitad.

Quizá por eso, y porque quería asustar a Benzema, Mourinho demostró de nuevo que solo confía en los titulares al sacar a dos de sus piezas clave, Xabi Alonso y Özil, a los que había dado descanso de inicio. Su intervención no fue trascendente, porque salvo por el gol de Benzema, el Real Madrid nunca demostró ser muy superior al equipo de Laudrup.

De hecho, el Mallorca estuvo vivo hasta que Iturralde señaló el camino a los vestuarios solo un minuto después de que Casillas volviera a salvar a su equipo parando un disparo de Webó. Gracias a esa parada y al gol del 'gato' Benzema, el equipo de Mourinho sigue sin perder comba y se mantiene a cuatro puntos del líder de la Liga, el F.C. Barcelona.