James, uno de los personajes más salvajes de la noche inglesa, ha cambiado la fiesta por el queso, los documentales y planea su primer festival gastronómico musical Inglaterra es un país de tradiciones peculiares, de costumbres propias y personajes carismáticos. Uno de ellos bien puede ser Alex James, bajista de Blur. Para muchos el nombre dirá poco, entre los sonámbulos del Soho londinense fue todo un referente. James fue durante los años noventa un chico guapo que apuntaba maneras de cadáver bonito. Vivía al límite, rodeado de un séquito de seguidoras, siempre con chicas bellas y envuelto en leyendas negras. Dicen que durmió durante una semana en la mesa de billar de su bar y que se compró su propio avión antes de cumplir los 30. Todo salpicado de noches de sexo, drogas y mucho alcohol. Fue arrestado en varias ocasiones en esa época, incluso una vez escapó desnudo de una redada, según confesó en una entrevista a FHM. Durante unos años fue el blanco de las revistas, el Pete Doherty de la década anterior. Pero todo eso pasó, se esfumó dejando tintes de leyenda y rumores, pero era verdad, él mismo lo sostiene en su polémica autobiografía. Su vida dio un giro cuando conoció a Claire Neate, una directora de vídeos musicales con la que se casó en 2003 y con la que ha tenido tres hijos. Ahora James es un tipo diferente, cambió el avión por un Volvo y el Soho por una casa de campo con 400 ovejas, dejó de ser vegetariano tras 17 años y comenzó a hacer su propio queso. Su vida ha tenido conexiones extrañas con el queso. Primero fue en Japón. «La primera vez que Blur fue a Japón yo tenía 22 años. Nos preguntaron qué que nos gustaba, porque son muy hospitalarios, yo dije que queso y todos los fans se enteraron. En Japón el queso lo venden en latas y nos pasamos la gira recibiendo latazos de queso de los fans», explicaba en una entrevista a The Guardian. Luego, en 2006, el encargado de su granja le presentó a Roger Crudge, un fabricante de quesos de la zona, y juntos comenzaron una producción que ya ha recibido varios premios. El queso se llama «Blue Monday», como su canción favorita de New Order. Junto a Bernard Sumner y Stephen Morris (de New Order) formó en 2009 su nueva banda, Bad Lieutenant. Diarios de la cocaína En los últimos años se ha reconvertido a periodista escribiendo para The Independent y The Observer, así como para la Q Magazine. Pero un comentario diciendo que se había gastado 1.200 euros en champán y cocaína en una sola noche levantó viejas polémicas en los tabloides. Aquello tuvo una inesperada consecuencia. El entonces presidente de Colombia, Álvaro Uribe, le escribió una carta pidiéndole que viajase a su país para conocer de cerca los problemas de la cocaína. James aceptó y en 2008 la BBC le contrató para rodar «Diarios de la cocaína», un documental que le llevó a Colombia para analizar los problemas de la droga. Durante el documental, que él mismo narra y protagoniza, James tuvo la ocasión de adentrarse en el negocio de la droga tratando con agricultores, asesinos a sueldo y hasta se insertó en la policía colombiana para ver cómo trabajaban. En su encuentro con Uribe tuvo la ocasión de presentarle su queso. «Señor presidente quería presentarle mi queso, cambié las drogas duras por el queso blando, es muy oloroso». Ahora, y tras varios años de tranquilidad, Alex James planea una de esas cosas que sólo podrían suceder en Inglaterra, va a organizar en su granja un festival gastronómico musical. Según avanza la revista NME, James organizará en septiembre un festival de cuatro días en Oxfordshire que ya se vende como «lo mejor de la comida británica con la mejor banda sonora de los mejores grupos». El evento se llamará Harvest y gente como Steve Earle o KT Tunstall ya han confirmado su presencia. La otrora fiera de las noches londinenses no cabe en sí de alegría. «Mi familia está esperando la celebración, son nuestras cosas favoritas juntas, la comida, la granja y la música, ¿qué más puedes pedir?» El festival también contará con clases maestras de cocina, exhibiciones de cocineros, jardinería y mercados de artesanía. «Diarios de cocaína» en Sofá Sonoro