Las dos empresas de la familia Ruiz Mateos que acumulan más deudas son Dhul y Clesa. Precisamente esas dos sociedades afrontaron a mediados de 2010 sendos aumentos de capital, sobre los que la CNMV lanzó advertencias. Según las cuentas presentadas ante el Registro Mercantil, en 2009 Dhul debía más de 111 millones de euros, 72 millones corresponden a deudas a largo plazo con entidades de crédito, mientras que otros 20 millones lo son a corto plazo. Ese año, Dhul declaró unos beneficios de algo menos de 700.000 euros. Clesa tampoco está mucho mejor. Las cuentas registradas en 2009 reflejan que sus deudas sumaban más de 224 millones de euros, 40 de ellos a corto plazo. Sus beneficios fueron en 2009 de algo más de 5 millones. Otras compañías propiedad del clan Ruiz Mateos, menos conocidas, también están muy endeudadas. Es el caso de Carcesa, con sede en Mérida y dedicada a la fabricación de conservas y zumos. En 2009, según los datos del Registro Mercantil, debía casi 121 millones de euros, 70 de ellos a corto plazo. Su resultado declarado ese mismo año era de poco más de 300.000 euros. Con 73.500 euros de beneficio en 2008, Hibramer, dedicada a actividades agrícolas y ganaderas, adeudaba 31 millones de euros, la mayor parte (28 millones) a corto plazo.