Las fuerzas de Gadafi disparan con fuego real contra manifestantes
Saif al Islam Gadafi asegura ante los medios extranjeros que "todo está en calma". Mientras tanto la ONG Human Rights Watch solicita a la Asamblea General de Naciones Unidas que suspenda a Libia como miembro de la misma
El líder libio, Muamar el Gadafi, ha convocado este viernes a sus simpatizantes en la plaza Verde de Trípoli, para animarles a que aplasten cualquier intento de derrocarle. Cubierto con un gorro de piel con orejeras, con el micrófono en la mano izquierda y gesticulando continuamente con el puño, Gadafi ha llamado a la resistencia del pueblo libio, como en la época de la colonización italiana, y los bombardeos estadounidenses. "Somos capaces de destruir a los enemigos, destruiremos a los enemigos con la voluntad del pueblo, con el pueblo armado", ha dicho el líder libio, que ha amenazado con armar a los ciudadanos cuando "sea necesario". Asimismo en el acto que ha sido difundido por la televisión libia, Gadafi ha animado a los suyos a defender el petróleo, y defender la "dignidad" del pueblo. El coronel se encuentra asediado en la capital, después de que la oposición haya tomado el este del país, en un avance que va creciendo día a día. El gobierno ha intentado aplacar con una dura represión a los manifestantes que desde hace semanas luchan por acabar con los cuarenta años del régimen de Gadafi, lo que ha costado la vida de centenares de personas. Naciones Unidas por su parte se ha reunido para estudiar si impondrá sanciones al gobierno, mientras que la OTAN se prepara para "cualquier contingencia", según sus responsables. / AGENCIA ATLAS
Saif al Islam Gadafi, hijo del líder libio, Muamar Gadafi, ha anunciado este viernes que el Ejército se está empezando a contener en el oeste del país para dar "una oportunidad a las negociaciones" y que espera que "mañana" sábado se alcance un acuerdo de alto el fuego para negociar con los "terroristas". Mientras tanto la ONG Human Rights Watch (HRW) ha solicitado a la Asamblea General de Naciones Unidas que suspenda a Libia como miembro de la misma a causa de las violaciones de los Derechos Humanos que están teniendo lugar en el país africano durante la represión de las manifestaciones populares contra el régimen del líder libio, Muamar Gadafi.
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"Si escuchan fuegos artificiales, no los confundan con disparos", afirma Saif. El enviado de Reuters asegura que el viernes por la noche, cuando la gente suele salir a la calle, muchas zonas de la ciudad lucían desiertas.
Miles de trabajadores extranjeros se afanan en tomar un avión en el aeropuerto internacional de Trípoli para salir del país. Muchos de ellos son de China, África y Oriente Próximo. La Policía hace uso de porras y látigos para mantenerles a raya y no ha permitido que los periodistas les hicieran preguntas. Además, ha mantenido bajo detención a un fotógrafo de Reuters durante horas.
Algunos residentes de la ciudad, contactados por teléfono, han expresado su temor por la situación que vive el país.
"La paz está volviendo a nuestro país", declara en cambio Saif al Islam Gadafi, quien consideró "mentiras" las informaciones que están difundiendo ciertos medios. Además negó que su padre ordenara bombardear poblaciones civiles.
"Nos reímos de esas informaciones", comentó al respecto. Igualmente admitió que fue un error prohibir la entrada de periodistas extranjeros, a quienes ahora insta a entrevistar a "cientos de miles" de libios.
"El principal problema son las campañas mediáticas hostiles en nuestra contra. Quieren mostrar que Libia está ardiendo, que está ocurriendo una gran revolución", criticó Gadafi, de 38 años. Por último, subrayó que los libios permanecen "unidos".