Suprimida la prohibición de vincular salarios e inflación en el futuro Pacto de Competitividad Europeo
La indexación, como se denomina al aumento de salarios según las variaciones del coste de la vida, se ha eliminado de la propuesta que este martes empiezan a analizar en Bruselas expertos económicos de los países del euro
Es la primera cita desde que los gobiernos de Luxemburgo y Bélgica rechazaron el Pacto de Competitividad redactado en Berlín y cuestionado por los 27 jefes de gobierno en la última cita del Consejo Europeo.
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El Comisario de empleo y política social de la Comisión Europea ha criticado el proceso inicial para el debate y en declaraciones a la Cadena SER ha asegurado que no tiene sentido incluir este tema en un Pacto Europeo. "Creo que algunos elementos de este pacto no se meditaron a fondo" ha asegurado László Andor en declaraciones a la SER. "La indexación, por ejemplo puede causar problemas en algún país miembro, pero hay otros países como Luxemburgo o Bélgica en los que no crea ninguno. Sea que un instrumento que puede ser usado con inteligencia por sindicatos y patronal no creo que sea forzosamente malo.".
Andor también ha criticado el "secretismo" con él que se inició este debate: "Antes de que el Consejo UE se reuniera en Bruselas la propuesta era una especie de misterio. Y cuando trascendieron algunos elementos continuó siéndolo. Algo que yo no entiendo porque si el Plan está lleno de buenas intenciones porqué no puede discutirse abiertamente entre todos".
Este martes y tras los contactos mantenidos por el Presidente del Consejo Europeo Van Rompuy con las capitales, el debate empieza a nivel técnico con objetivo de redactar el borrador del texto que deberán aprobar el día 11 los jefes de Gobierno del euro.
El documento previo elimina la prohibición concreta de indexar los salarios y modifica otras obligaciones por objetivos más amplios para garantizar, según fuentes del Consejo Europeo, que todos los gobiernos podrán aplicar a su realidad propia, los acuerdos europeos. El Presidente Van Rompuy, confía, según sus colaboradores en conseguir con este documento un acuerdo muy amplio y rechaza que los cambios del proyecto inicial difundido en Berlín puedan crear problemas con el gobierno alemán por entender que el primer documento no era la posición oficial de Angela Merkel.
