Nicolas Cage: Todo por la pasta
Repasamos la carrera del actor tras el estreno de 'En tiempo de brujas'
La carrera de Nicolas Cage va de mal en peor. Esta semana estrena 'En Tiempo de Brujas', una floja película de brujas y diablos digitales ambientada en el medievo, que evidencia la desorientación de este actor del que últimamente se habla más por sus problemas económicos que por sus interpretaciones.
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¿Qué dirá su tío Francis Ford Coppola de los bandazos profesionales de su sobrino? Con 47 años, Nicolas Cage es un actor de carrera errática. Su última película interesante fue 'Adaptation. El ladrón de orquídeas' (2002). Desde entonces la cuesta abajo se ha convertido en abismo: 'World Trade Center', 'El Señor de la Guerra', 'El señor del tiempo' y la prescindible saga de 'La Búsqueda'.
Algunos salvan su trabajo en el innecesario remake del 'Teniente Corrupto' (2009) de Werner Herzog, y muchos desearían que su afición a comprarse mansiones remitiese y que así, dejara de hacer bodrios.
Cage está enzarzado en una batalla legal con su antiguo administrador Samuel Levin. Cage le acusa de haberle arruinado, y Levin alega que el actor se gastó toda su fortuna en la compra y mantenimiento de dos castillos, quince casas, una flota de yates y Rolls Royces.
Nicholas Kim Coppola es hijo del profesor de literatura August Coppola. Desde muy pequeño quiso ser actor, pero el apellido de su tío le pesaba tanto que decidió cambiarse de nombre para evitar dar explicaciones. Pese a todo, Francis Ford Coppola le dio trabajo en 'La ley de la calle', 'Cotton Club' y 'Peggy Shue se casó', aunque más tarde reconoció que su sobrino había actuado mejor en películas que no eran las suyas.
En los años 80 se ganó fama de actor intenso y versátil: 'Arizona Baby', 'Hechizo de Luna' y 'Corazón salvaje' fueron hitos en una carrera marcada por su gusto por la improvisación. También abundan anécdotas legendarias de actor vocacional, que era capaz de comerse cucarachas de verdad si lo exigía el guión. Véase 'Besos de vampiro'.
En 1996 gana el Oscar por su papel de alcohólico autodestructivo en 'Leaving las Vegas' y desde entonces su carrera empieza a hacer extraños. En los últimos tiempos amenaza con salirse de la carretera, y todo por un uso desaforado de la tarjeta de crédito.