El Sevilla impide que el Barça sume una nueva victoria y aprieta la Liga

El líder afrontaba la noche de este domingo posiblemente el tercer partido más complicado de cuantos le restan en el calendario, Bernabéu y Madrigal aparte. La lluvia caída a lo largo de toda la jornada sobre Sevilla hacía prever que los de Guardiola no lo tendrían fácil. Matiz que también influyó en el verde, perfecto a la vista, pero algo pesado para jugar.

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El arranque del choque fue fulgurante para el Barça, con las ya asumidas presencias de Abidal y Adriano en la zaga, los blaugrana obligaron a Zokora a reconvertirse en central. De hecho el Sevilla parecía el equipo visitante, la pelota apenas le llegaba para cruzar el centro del campo. En los primeros veinte minutos, los locales sólo dispusieron del balón un 20% del tiempo.

Poco antes, Pérez Lasa anuló un gol de falta a Messi en una infracción muy poco vista en esto del fútbol. El trencilla vasco comenzaba así un festival de decisiones incorrectas sancionando una rigurosa falta de Busquets a Alexis cuando ambos formaban parte de la barrera. Para mayor desgracia de los catalanes, Pedro se tenía que ir lesionado en el minuto 13, Bojan ocupaba su lugar en tapete.

Después de unos minutos alternos de fútbol duro y dominio visitante, Iniesta construyó un genial pase a Alves que solo ante el portero asistía a Bojan para adelantar al Barça. El joven de Linyola hacía su cuarto tanto de la temporada justo cuando empieza el último tercio de competición, el tramo de la Liga en el que siempre rinde mejor el canterano. Para poco más dio el primer tiempo, el Pizjuán pidió un posible penalti de Alves a Zokora, mientras Messi acongojó a todos los barcelonistas al retirarse cojeando.

El paso por los vestuarios supuso toda una operación dermoestética para el Sevilla. Manzano introdujo en el campo a Kanoute, y todo cambió. El de Mali descolocó la cómoda vida que tenían Abidal y Piqué cuando sólo se enfrentaban a Negredo. En una de esas segundas jugadas que nacen de balones frontales, el vallecano encaró a Valdés, y sobre la línea asistió a la cabeza de Navas para que empatara la contienda. En diez minutos de lucidez, el equipo hispalense había enterrado la ventaja blaugrana.

A partir de ese momento, el partido se tornó en un frenético ida y vuelta, parecido al que el Barça vivió con el Athletic de Bilbao. La diferencia es que esta vez, la modorra de la defensa barcelonista perduró y cada contraataque de Perotti resultó muy problemática. En ese intercambio de golpes, Pérez Lasa volvió a aparecer para negar a Bojan un evidente penalti cometido por Jesús Navas. El propio Navas perdonó la vida al Barça tras estrellar contra Valdés una clarísima ocasión.

También sirvió la segunda parte para volver a encumbrar a Andrés Iniesta, que estrelló en el larguero un disparo desde 25 metros y vio cómo Medel le sacaba bajo palos un gol cantado. El empate sirve para ajustar la Liga y dar aliento a un Real Madrid incesante en su persecución, mientras que al Sevilla de Manzano le vale para reencontrarse moralmente, tras una segunda parte que puede que sea lo mejor que ha hecho en todo el curso futbolístico.