Levante y Mallorca firman tablas en un partido con alternativas

Mientras el Mallorca propuso un fútbol pausado y de control, el Levante fue de menos a más y, en los minutos finales, acorraló a su rival, aunque sin merecimientos suficientes como para ganar un encuentro que se resolvió con justicia con la igualada a un tanto.

Aunque el Mallorca fue superior en los primeros diez minutos y gozó de dos buenas ocasiones, una de ellas con un balón de Webo al poste y otra de Aki, el partido se equilibró antes del cuarto de hora.

Lo hizo de la peor forma posible, sin ritmo ni profundidad por parte de ninguno de dos equipos, que jugaban con mucha lentitud y, aunque el Mallorca tenía más posesión de balón, las aproximaciones a ambas porterías brillaron por su ausencia.

Avanzado el primer periodo, el Levante apareció con timidez y empezó a dificultar el fútbol del Mallorca, lo que no impidió que, en una acción aislada, N''Sue obligara a Munua a hacer una gran parada.

Cuando menos intensidad mostraban ambos equipos, a la salida de un córner y tras un rechace de Tejera, Juanlu hizo el 1-0 al empalar con la zurda un balón al que no llegó Aouate.

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El partido se revolucionó en el tramo final del primer periodo.

Un cabezazo de Xisco Muñoz pudo poner el 2-0 en el marcador en unos minutos de desconcierto del equipo mallorquín al que, a pesar de haber jugado con comodidad hasta entonces, le hacía falta el descanso.

Fue un espejismo. El partido volvió a ser frío y pausado al inicio del segundo periodo, aunque ahora al Levante le interesaba más esta dinámica de juego que al principio del encuentro, pues el marcador jugaba a su favor.

Poco había hecho el Mallorca para equilibrar el encuentro cuando una faltaba sacada con potencia por Ramis rebotó en la defensa y puso el empate en el marcador.

Quedaba media hora de juego y el gol hizo crecer al Mallorca que, tras la entrada de Pereira, había mostrado una cierta mejoría ante un Levante que apenas se aproximaba a la meta de Aouate.

El partido entró en su tramo final con poco fútbol, pero con la emoción del marcador y con las dudas en ambos equipos entre buscar la victoria o dar por bueno el empate.

Eso mantuvo vivo al partido, que se pudo decantar al final a favor de cualquiera con un balón incluido al larguero tras un cabezazo de Iborra (m.86) ya en unos minutos finales en los que el equipo local se mostró más intenso que el Mallorca.

Una parada de Aouate, en la última jugada del encuentro, dejó el choque en tablas, con lo que cada equipo dio un pequeño paso adelante hacia sus respectivos objetivos.