Se rompe la fusión liderada por la CAM y Cajastur
Aunque esta mañana la asamblea de Caja de Ahorros del Mediterráneo había decidido continuar adelante con la fusión fría, tanto la de Cajastur como la de Caja Extremadura y de Caja Cantabria han votado esta tarde por la ruptura de la alianza
De facto, la fusión se ha roto y es la primera que fracasa, desde que comenzó el proceso de reestructuración del sistema financiero. Ahora queda por ver qué va a ocurrir con estas cuatro entidades.
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Lo más probable es que Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura decidan seguir adelante juntas, aunque deberán buscar un socio que les ayude a ganar tamaño. La que queda descolgada y en peor situación por los problemas financieros que le ha generado el ladrillo es la alicantina CAM. Una de las opciones que podría elegir el Banco de España es intervenirla, si no encuentra alguna entidad que se quiera hacer cargo de ella. Antes de la ruptura, este grupo de cuatro cajas había pedido ayudas públicas por casi 2.800 millones de euros, y la mayor parte de esas necesidades de capital eran de la CAM.
La integración del grupo de cajas que encabezan la entidad asturiana y la alicantina ha sido problemática desde sus inicios. El último capítulo de estas desavenencias se ha desencadenado precisamente por las necesidades de capital del grupo, generadas sobre todo por la Caja del Mediterráneo y sus inversiones inmobiliarias fallidas en la costa levantina. El Banco de España cifró esas necesidades en 1.500 millones de euros, pero esta semana se ha sabido que las ayudas que va a solicitar el grupo son al final de casi el doble, precisamente por la situación de la caja alicantina.
El Banco de España les va a pedir que de forma inmediata le remitan sus nuevas estrategias para captar el dinero que les falta. La que peor queda con la ruptura de la fusión es la alicantina CAM, que podría no ser viable por sus problemas financieros.
