Solo uno de cada diez jóvenes va a misa y los ateos o no creyentes rozan el 40%
Los últimos informes del Instituto de la Juventud muestran el creciente desinterés de los jóvenes españoles por la Iglesia Católica. Los expertos creen que estamos ante una fuerte oleada de secularización
Solo el 10% de los jóvenes españoles se declara católico practicante, un porcentaje que en el año 2002 era muchísimo más alto, alcanzaba el 30%. Los católicos no practicantes se elevan hasta el 45%, pero quizás el dato más llamativo es el espectacular aumento en la última década del número de jóvenes que se desvinculan completamente de la Iglesia Católica. El 36% se manifiesta no creyente, ateo o indiferente con la religión.
El Instituto de la Juventud ha divulgado estos datos sobre la evolución de la práctica religiosa entre la juventud española coincidiendo con la publicación de la revista "Jóvenes y Laicidad".
"Los españoles que se mueren y provenían de una cultura religiosa muy intensa son reemplazados por jóvenes a los que la religión les resulta indiferente e incluso muchos se definen como activamente ateos", indica el coordinador de la revista Jesús Sanz, investigador de la Fundació Ferrer i Guàrdia.
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Jesús Sanz piensa además que la estrategia de la jerarquía de la Iglesia Católica con los jóvenes está muy "equivocada". "La Iglesia debería ser más flexible y no tan beligerante para evitar el rechazo que genera precisamente por la agresividad de sus planteamientos porque los jóvenes creen que ataca sus derechos y libertades". De hecho, siete de cada diez jóvenes creen que la Iglesia se mete demasiado en política, en referencia a su radical oposición a avances sociales que han modernizado la sociedad española como el matrimonio homosexual o la ley del aborto.
Uno de los articulistas de la revista, Alfonso Pérez-Agote, catedrático de sociología de la Universidad Complutense de Madrid, afirma que la Iglesia Católica ha sufrido un proceso de descrédito muy fuerte en España. "Es una de las instituciones más desprestigiadas junto a la clase política". Pérez-Agote añade que entra dentro de la lógica "porque se preocupa de cuestiones que no tienen nada que ver con el mundo real y es la organización menos democrática y la más machista que existe".
El director del Instituto de la Juventud Gabriel Alconchel concluye que para la juventud española la religión es lo que debería haber sido siempre: "un asunto privado sin apenas incidencia en otros aspectos de la vida como la política, la familia, la educación o la sexualidad".