Comuniones a precio de boda
El coste medio de celebrar una comunión en España se sitúa en 2011 en más de 2.300 euros
El mes de mayo es sinónimo de arranque de la temporada alta en lo que a este tipo de celebraciones se refiere. En 2009, el último año sobre el que la Conferencia Episcopal ofrece datos completos, se celebraron en nuestro país más de 244.000 comuniones.
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Cuando llega el mes de mayo la tradición se impone en muchos hogares españoles y toca aflojar el bolsillo para hacer frente a los gastos de la comunión. Un evento que con el tiempo se ha ido convirtiendo en una celebración cada vez más fastuosa y, por lo tanto, más cara. Este 2011 el gasto medio de las familias con niños en edad de hacer la comunión se eleva a 2.304 euros, según un estudio de la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI).
No obstante existen notables diferencias dependiendo de la ciudad en la que se realice la ceremonia. Mientras que en Madrid -la localidad más cara de las incluidas en la encuesta-, la factura media llega a los 3.090 euros; en otras, como en Santa Cruz de Tenerife -la más barata-, sale por la mitad, 1.585 euros. Y eso que ya van dos años consecutivos en los que las familias optan por apretarse el cinturón en esta materia. Este año se gastarán un 1 por ciento menos, pero llueve sobre mojado y el ajuste en 2010 fue mucho más acusado. Entonces el recorte fue del 16 por ciento.
Ante los gastos extraordinarios que supone una comunión el vicepresidente de FUCI, Miguel Pérez, aconseja aplicar el sentido común y "no alargar la mano más de lo que permite la manga". Para ello recomienda fijar un presupuesto realista acorde con las posibilidades de cada familia y, también, guardar facturas y recibos para evitar sorpresas y poder reclamar en caso de que sea necesario.
Y es que los gastos sonrojan incluso a algunos miembros de la Iglesia. Un párroco del madrileño barrio de Vallecas contactado por la SER, y que prefiere que no se haga pública su identidad, pide "que no se convierta en una excusa para gastos suntuosos o excesivos porque, a veces, se hipotecan para meses". Para evitar derroches innecesarios sus feligreses disponen de un servicio de préstamo de trajes y vestidos para "ir desmontando todo este tinglado social que es lejano al origen de la fe cristiana", concluye.
Una opción que barajan muchos padres es organizar una celebración conjunta cuando tienen varios hijos con poca diferencia de edad entre ellos. Es el caso de Emi, de Huelva, cuyos dos hijos hacen este año la comunión. "Es cierto que socialmente se nos ha ido la cabeza", reconoce. Apunta además una de las justificaciones que, para evitar el sentimiento de culpa, emplean muchos padres, el tan manido "total es una vez en la vida", y añade: "ese total son muchas cosas, es en la fotografía, es en los zapatos, es en el vestido...". El reto: evitar la compra compulsiva y que, aunque la comunión se celebre una vez en la vida, no cueste vida y media pagarla.
Javier Alonso
Periodista. Licenciado por la Facultad de Ciencias de la Información de la Univesidad Complutense de...