Sociedad

Otras noches electorales: Entre la derrota y la victoria

En las noches electorales algunos políticos se atrincheran en las sedes de sus respectivos partidos políticos y otros deciden cobijarse entre las paredes de hoteles con renombre; estén donde estén lo único que saben con certeza es que no podrán escapar de los designios de los votantes.

Se trata de la noche más larga y tensa que se vive en el mundo de la política, donde todos los candidatos a las elecciones esperan, entre copas de champán y canapés, los resultados que les auparán a la gloria o les mandarán al olvido. Las ocho elecciones municipales y autonómicas que han precedido a esta noche del 22 de mayo de 2011 son testigo de ello.

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La noche del 3 de abril de 1979 todo el país esperaba expectante los resultados de las primeras elecciones municipales democráticas que se celebraban en España. En Madrid, cuando se llevaba escrutado el 49% de los votos la pantalla instalada en el centro electoral del Ayuntamiento dejó de funcionar. Los presentes, asombrados ante lo que ocurría, no recibieron ninguna explicación oficial. Sin embargo, la izquierda, llena de euforia, ya se había lanzado a las calles a celebrar su victoria, que llevaría al sillón de la alcaldía a Enrique Tierno Galván, el alcalde que más se ganó el afecto de los madrileños.

El triunfo de los socialistas en las elecciones de 1983 fue empañado por las críticas que recibió el entonces ministro del Interior, José Barrionuevo, por haber presentado los primeros datos a través de la televisión. Esa noche del 8 de mayo será recordada por las palabras de Manuel Fraga Iribarne, líder de Alianza Popular (AP), germen del Partido Popular (PP), que en diversas emisoras de radio aseguró "Solo me retiraré cuando Dios y el pueblo me lo exijan".

Cuando el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) perdió la mayoría absoluta en todas las grandes ciudades, en la noche del 10 de junio de 1987, en los corrillos de la sede socialista sólo se hablaba de posibles pactos: mientras avanzaba el escrutinio de los votos el alcalde madrileño Juan Barranco no tuvo ningún reparo en mostrarse abierto al consenso y recordó que hasta entonces su partido había gobernado junto a los comunistas aun habiendo obtenido mayoría absoluta.

Las elecciones de 1991 serán recordadas en la memoria de todos por la dimisión de Adolfo Suárez, que decidió dejar de liderar su partido, el Centro Democrático y Social (CDS), por el resultado negativo obtenido en las urnas. Su decisión fue recibida entre lágrimas por sus compañeros. "Alguien incluso se alegrará de que tome esta decisión, pero se equivoca, porque el CDS estará en las próximas elecciones generales y permanecerá activo en la política española", dijo, y estas palabras de Suárez dejaron clara la falta de clarividencia del ex presidente español. El CDS comenzaba así su precipitada caída. Esa noche también se recuerda porque el ministro de Interior, José Luís Corcuera, hizo caso omiso al dictamen de la Junta Electoral Central, que pedía al Gobierno que publicara los resultados del escrutinio a medida que llegaban a su poder sin esperar a que se hubiera contabilizado el 25%. Para más inri, sólo los hizo públicos cuando ya se habían escrutado más del 50% de los votos.

Un joven Alberto Ruiz-Gallardón de 36 años de edad fue aclamado en la sede del PP por los militantes del partido al haber terminado con 12 años de mandato socialista y proclamarse presidente de la Comunidad de Madrid. Se trataba del 28 de mayo de 1995, cuando las grandes ciudades de España dieron el triunfo al Partido Popular (PP).

Julio Anguita puso fin a su larga trayectoria política la noche electoral del 13 de junio de 1999. Los malos resultados electorales llevaron a Anguita a poner su cargo a disposición de Izquierda Unida (IU).

Cuatro años después, en 2003, IU pasó página y comenzó a recuperarse. En la sede del partido los militantes se felicitaban por los resultados y los achacaban a su fuerte oposición al PP. Sin embargo, esa noche de 25 de mayo, el PP revalidó su mayoría absoluta, sin verse afectados por los casos de corrupción en el partido ni por el desastre del "Prestige".

En 2007, por primera vez en 12 años el Grupo Independiente Liberal no se presentó a las elecciones de Marbella. El partido fundado por el empresario Jesús Gil y Gil desapareció del mapa electoral y dejó la puerta abierta para que socialistas o populares se hicieran con la alcaldía. Esa noche del 27 de mayo, el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas, decidió abandonar tras ser derrotado por Esperanza Aguirre. En los corrillos de la sede socialista se comenzaban a barajar nombres como posibles sustitutos, entre los más nombrados el de Tomás Gómez, el alcalde más votado de España.

 
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