Trichet se une a Merkel y Sarkozy para preparar la cumbre de la eurozona
La canciller alemana descarta que en la cumbre de Bruselas se produzca un resultado "espectacular" que acabe de una vez con los problemas de la deuda griega
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, se sumó ya entrada la noche a la reunión entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, destinada a presentar mañana una línea conjunta en la cumbre de la eurozona.
Trichet, quien hasta ahora ha rechazado una reestructuración de la deuda griega y también la intención de Berlín de implicar en el rescate a los acreedores privados de Grecia, por el temor a que se interprete como una suspensión de pagos "light", se unió a la cita pasadas las 20.00 GMT, según la televisión pública alemana ARD.
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La reunión entre Sarkozy y Merkel hoy en la Cancillería fue convocada "in extremis", tras una conversación telefónica entre ambos líderes, que, al parecer, no arrojó resultados concretos.
El objetivo de la cita es presentar mañana en Bruselas una línea consensuada entre el tradicional eje europeo Berlín-París para el segundo paquete de rescate a Grecia.
El encuentro entre ambos líderes se produce tras las fuertes presiones, tanto en el ámbito internacional como en el interno, para que la cumbre de la eurozona de mañana dé resultados concretos.
Alemania insiste en el mantenimiento de una aportación de los acreedores privados a Grecia -banca y aseguradoras-, a lo que la parte francesa aparentemente está dispuesta a acceder, según informaciones de la ARD. Según parece, el consenso dependerá del grado de aportación que pretenda conseguir Merkel.
Persiste asimismo la incógnita acerca de cómo se articulará esa implicación, con la que Berlín pretende diluir los recelos del contribuyente alemán a que el rescate caiga sólo sobre sus espaldas.
La reunión en Berlín fue convocada tras la conversación telefónica ayer, según medios alemanes sin acercamiento, entre Merkel y Sarkozy y después de que la canciller advirtiera de que no debían esperarse "resultados espectaculares" de la cumbre del jueves, ya que la crisis griega no se diluirá de la noche a la mañana.
Merkel, a quien desde que estalló la crisis de la deuda se ha reprochado no haber actuado con la celeridad debida, frenó durante días la convocatoria de la cumbre con el argumento de que no tenía sentido hacerla si no era para presentar resultados.
Sobre la cita hoy en la Cancillería flotaban nuevos teóricos reproches contra Berlín, difundidos por el francés "Le Canard Enchainé", según el cual Sarkozy habría atribuido a Alemania actuar con "egoísmo criminal" ante la crisis griega.