El 'tijeretazo' europeo
Los ciudadanos pagan de nuevo la factura de la crisis
La crisis noquea a Europa y la medicina que nos imponen los mercados es la misma para todos: recortar pensiones, privatizar empresas públicas, despedir funcionarios y subir el IVA.
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El FMI, la Comisión Europea e incluso Alemania, con la autoridad que le confiere ser el motor económico de la zona euro, vienen exigiendo medidas de austeridad a los gobiernos de los países más castigados por la crisis, para cumplir su objetivo de reducir el déficit público al 3% del PIB en 2013. Sólo cuatro de los 17 integrantes de la eurozona estaban al cierre de 2010 cerca de este nivel: Luxemburgo (1,7%), Finlandia (2,5%), Alemania (3,3%) y Malta (3,6%). Estonia fue el único país que cerró el año con superávit (0,1%).
Las peticiones genéricas de reformas se traducen en medidas concretas que repercuten directamente en los bolsillos de los ciudadanos, que son en última instancia los que pagan el agujero en las arcas públicas. La obligación de acometer ajustes ha sido más agresiva en aquellos países de la Unión Europea que han tenido que ser intervenidos: Grecia, Irlanda y Portugal.
Grecia
El país heleno ha recibido en concepto de rescate 110.000 millones de euros (80 mil millones de la Unión Europea y 30 mil de del FMI). La consecuencia para los ciudadanos ha sido un recorte en su poder adquisitivo. La respuesta: continuadas protestas en la calle.
- Subida del IVA del 18 al 23%. La gasolina, el tabaco y el alcohol les cuesta a los griegos un 10% más que antes de la subida.
- Funcionarios. Pese a que no han perdido su puesto de trabajo, sí han visto su salario reducido un 15%.
- Los trabajadores no podrán retirarse antes de los 60 años. La edad de jubilación ha subido hasta los 65. Una vez retirados, los griegos cobrarán un 10% menos de pensión.
- El copago sanitario obliga a los griegos a pagar 3 euros por consulta o visita a urgencias, y un porcentaje de las pruebas realizadas.
Irlanda
Un déficit del 32,4% del PIB ha puesto al país contra las cuerdas. También ha necesitado ayuda internacional por 85.000 millones de euros. Este es el precio de la factura:
- Los irlandeses pagará más cara la cesta de la compra, porque subirá progresivamente el IVA hasta el 23%.
- La pérdida de poder adquisitivo se agrava por la reducción del salario mínimo interprofesional un 10% (7,65 euros/hora, un euro menos) y la subida del impuesto sobre la renta.
- La edad de jubilación se ha elevado a los 66 años. A partir de 2028 se retirarán a los 68.
- Funcionarios: 24.750 pierden su trabajo.
Portugal
Los 78.000 millones de euros de rescate, les ha costado a los portugueses perder una parte de la ilusión de la Navidad. Los portugueses que superen el salario mínimo (485 euros) deberán pagar como impuesto la mitad de su paga extra. Este no es el único esfuerzo de los vecinos lusos.
- Subida del IVA del 20 al 23%. El nuevo primer ministro, Pedro Passos Coelho, vaticina más.
- Funcionarios. No están previstos despidos, sin embargo, no se repondrán las plazas vacantes, lo que supone 8.000 funcionarios menos al año.
- Los parados recibirán menos subsidio - se reduce un 20% - y durante menos tiempo - 18 meses frente a 3 años -.
- Recortes en las pensiones superiores a 1.500 euros. Bajarán entre un 3,5 y un 10%.
En España, las medidas para sanear las cuentas públicas y evitar el rescate, están en sintonía con las medidas tomadas en el resto de países de la UE. En algunos aspectos son, incluso, menos drásticas. El IVA subió del 16 al 18%, muy por debajo todavía del 23% de los países intervenidos. Los funcionarios conservan su puesto de trabajo, aunque con un salario mermado de media en un 5%. Y la edad de jubilación se retrasó hasta los 67 años. Estas decisiones, sumadas a la reforma laboral -que en la práctica implica abaratar el coste de las indemnizaciones por despido- desembocaron en una huelga general en septiembre de 2010 y pueden considerarse el caldo del cultivo de las protestas del movimiento 15M.
Oros países más fuertes económicamente de la Unión Europea también se han visto obligados a apretarse el cinturón. Es el caso del Reino Unido donde se decidió despedir a medio millón de empleados públicos y suprimir beneficios sociales. Alemania y Francia no son una excepción. El gobierno de Angela Merkel ha recortado las ayudas a las familias y ha eliminado algunas prestaciones a los parados de larga duración. Francia, por su parte, retrasó la edad de jubilación de los 60 a los 62 años y de 65 a 67 para cobrar la pensión completa. Lo que desembocó en un oleada de protestas en la calle. Italia ha aprobado un paquete de reformas en la misma línea de ajustes, entre las que se incluye el copago sanitario, la privatización empresas participadas y recortes en las ayudas a la familia.
