"Es necesaria una ley que ampare a todas las personas"

Esta semana comenzaba con el asesinato de un hombre en Madrid a manos de su ex-pareja, otro hombre. En 'Hora 14 Fin de semana' hablamos de las dificultades que tienen aquellos homosexuales que son víctimas de violencia doméstica, ya que la Ley de Violencia de Género no incluye este tipo de uniones

Ernesto tiene 53 años, es natural de Cuba y denunció haber recibido maltrato psicológico por parte de su marido poco después de instalarse en España. Cuando fue consciente de que estaba siendo víctima de malos tratos, quiso reaccionar y fue entonces cuando se encontró con el primer escollo: dónde acudir a pedir ayuda.

"Es un proceso largo. Te ves envuelto en él sin darte cuenta. Es como si dejaras de ser tú y te convirtieras en parte de la otra persona. Te hacen cosas y perdonas. Él me decía que si le dejaba se quitaría la vida, retomábamos la relación y entonces yo quitaba las denuncias y ni siquiera se lo decía a mi abogado. Un buen día me di cuenta de que estaba metido en un lío y no sabía cómo salir. ¿Dónde iba a ir? La desprotección es total".

Por suerte, encontró el Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid (Tlf. 900 720 569), donde ha recibido ayuda jurídica y psicológica. Cuando acudió a una comisaría para denunciar, Ernesto encontró otro problema más: el suyo no era un caso de violencia de género ni tampoco una agresión corriente. El funcionario no sabía cómo tramitar su caso: "El policía no entendía bien que se trataba de un problema de familia, independientemente de que fuéramos dos hombres y no hombre y mujer. Al final se hizo la denuncia, pero me sentí discriminado".

Después de lo vivido, la demanda de Ernesto es clara: "Una ley que ampare a todas las personas. Que se llegue a un acuerdo para que nadie se vea desprotegido. Si se han logrado tantas cosas, esta debe conseguirse también. Es como un eslabón que se ha quedado suelto. Un matrimonio gay puede casarse e incluso puede adoptar un niño. ¿Por qué, si existe un problema de abuso doméstico, no existe una ley que nos ampare?".

Además, asegura que el suyo no es un caso aislado. Conoce otros homosexuales en su misma situación que no denuncian "por el dichoso qué dirán. Hace poco una persona vino y me contó un problema similar que tuvo con su pareja. En su caso, se trataba de una agresión física", explica.

Su caso está ahora en los tribunales y Ernesto espera que su testimonio sirva para animar a quienes se encuentran en su misma situación a denunciar. Hacer el problema visible es, dice, el primer paso para que sus reivindicaciones surtan efecto.