El bar, la alternativa a la academia para aprender idiomas
Aprender idiomas en España ya no es terreno exclusivo de las academias desde que algunos bares acogen intercambios lingüísticos
Franceses, británicos, filipinos, bolivianos, canadienses, americanos... son algunas de las nacionalidades que cada martes, desde hace 14 años, se congregan en el pub 'O'Neills' en el barrio de Huertas en Madrid. La media está en 200 personas de distintas edades (desde los 18 hasta los 70) que charlan con el objetivo de practicar distintos idiomas. Pero también se ha convertido en una "comunidad de amigos internacional", según David Poza, organizador de este evento desde sus inicios a través de 'Multilinkual'.
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Cada día aparece gente nueva en estos eventos pero muchos repiten. Es el caso de Marco, un boliviano que acude a estas reuniones desde hace cinco años. "Ves a amigos y conoces gente, aunque depende de la suerte que tengas, porque hay gente que viene por un tiempo y se va", afirma. La primera vez que asistió a un intercambio tenía la intención de practicar inglés, pero acabó aprendiendo alemán porque se echó una novia germana. "Es para lo que sirven los intercambios", bromea.
También hay extranjeros que frecuentan estos lugares para mejorar su español. Es la segunda vez que Melissa, filipina de 24 años, asiste "también para conocer gente fuera del trabajo", declara sonriente mientras sostiene una 'pinta' de cerveza.
Un complemento a las academias
"El ambiente es diferente. Para empezar no pagas, hablas más relajado y si no te gusta, no vuelves", explica José, que también es 'repetidor' desde hace mucho tiempo. "Lo vería como un complemento", añade. "El error de las academias es que tienen mucha teoría y poca práctica, continúa Marco. Aquí te sueltas y pierdes la vergüenza. El mejor consejo para aprender un idioma es perder el miedo".
Sentados, en grupo, por parejas... pero alrededor de una cerveza
'Hungaryto', un restaurante húngaro de Barcelona, organiza 'citas' para personas que quieren practicar un determinado idioma. Así, a través de Facebook los asistentes se registran y eligen el idioma que quieren aprender y el que pueden enseñar. Los propietarios del establecimiento se encargan de organizar la 'quedada'. "Lo que puede fallar es que yo hablo húngaro y quiero aprender español, y quedo con alguien que hable español y quiera aprender húngaro, pero que no se presente", explica Zsolt Beke, dueño de 'Hungaryto'.
Según Beke, el 80% de la gente que se anima a participar en las citas de intercambios de idiomas lo hace para aprender durante una o dos horas, el 50% para aprender y conocer gente, y un 30% para ligar.
Otra opción es organizar el espacio del bar según los idiomas que se quieren intercambiar. Los participantes se sentarán en una u otra mesa en función de la bandera que tenga (italiana, japonesa, catalana, etc.) y allí sólo se hablará en esa lengua.
Clases informales de inglés en un bar
En el caso de 'Damajuana', en Jerez, el intercambio de idiomas es parecido a una clase, en la que los asistentes charlan sobre un tema de actualidad, pero una coordinadora corrige la pronunciación o impulsa la participación de los más tímidos. "Es algo informal, la gente se sienta, escucha y participa, pero se ha creado un nivel medio-alto de inglés", explica Leonardo Ayala, encargado de 'Damajuana'.
En principio las conversaciones fluían en inglés, pero desde hace algunos meses se ha introducido también francés por demanda de los asistentes. "No es sólo un lugar de copas sino que también es un sitio con un abanico cultural", señala Ayala.
Y es que los tiempos de crisis no sólo demuestran que hay distintas opciones de ocio, sino también la formación no requiere grandes inversiones.