Cruzada antilaicista
El Papa pide a los jóvenes que no sucumban a las tentaciones de una "libertad sin Dios" y reclama espacio para una fe "acosada y perseguida"
Benedicto XVI ha viajado a España con los ecos de las protestas laicas y los incidentes del pasado miércoles entre peregrinos y manifestantes en la Puerta del Sol. Y, aunque sin referirse explícitamente a ello, ese mar de fondo ha quedado reflejado en algunos de sus primeros mensajes ya en Madrid.
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Por la mañana, en Barajas, Benedicto XVI no dudaba en denunciar la discriminación y la persecución "abierta o larvada" que padecen en muchos países quienes profesan la fe católica. El Papa remarcaba que se les acosa "privándolos de los signos de su presencia en la vida pública" y pedía a los jóvenes que permanezcan firmes en la fe, sin ocultar su identidad cristiana, y en un clima de respetuosa convivencia con otras legítimas opciones pero "exigiendo al mismo tiempo el debido respeto a las propias".
Ya por la tarde, liberado de la cortesía protocolaria impuesta en el acto institucional de bienvenida presidido por los reyes y en el que estuvo presente el presidente Zapatero, Benedicto XVI endureció su discurso en su primer gran encuentro multitudinario con los jóvenes que le esperaban en Cibeles. Allí, a pocos centenares de metros de la Puerta del Sol, el Papa arremetió severamente contra "quienes creyéndose dioses, desearían decidir por si solos" y sin intervención divina, "lo que es verdad o lo que no, lo que es bueno o malo, o quien es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias", en la que ha sido su primera referencia a asuntos de reiterada controversia con el gobierno, como el aborto o la eutanasia, aunque sin citar explícitamente ni al ejecutivo ni a las leyes o proyectos legislativos que abordan estas cuestiones.
Benedicto XVI prevenía a los jóvenes contra las tentaciones de vivir una libertad sin Dios y les pedía que no sucumbieran ante "las corrientes de moda, el interés inmediato o los pareceres propios en vez de buscar la verdad sin adjetivos". Una verdad que, según el Papa, es única y se encuentra en Dios.
Mensajes de Benedicto XVI para su primera jornada en una España de "hondas raíces cristianas" en la que el Vaticano no renuncia a marcar territorio como punto de partida prioritario para la reenvangelización cristiana de una Europa cada vez más secularizada.