Blair y Cameron, enfrentados por los disturbios en Inglaterra

Tony Blair asegura que se trata de grupos marginales, totalmente identificados y que buscar un problema que no existe dentro de una sociedad normal, es deprimir a la nación y minar su credibilidad exterior.

En un raro ejercicio de intervención en la vida pública británica, el ex primer ministro Tony Blair se enfrenta con su sucesor en el cargo, David Cameron, para negar que los enfrentamientos y la violencia de las últimas semanas en el Reino Unido, sean porque la sociedad británica está rota, falta de valores o desmembradas sus familias.

Según Blair, no se está enfocando el problema de modo adecuado porque se están tergiversando las causas. En un artículo que este domingo publica el diario The Observer, dice que la tesis de que los británicos han perdido la moral es una tontería. Según él, solo es un grupo marginal de jóvenes que vive fuera de su entorno. Extrapolar el problema a todos los británicos es deprimirnos como país innecesariamente - añade - echar basura sobre nuestra reputación internacional y lo peor de todo es perder la oportunidad de resolver el problema de la única manera que funcione: afrontarlo en su realidad.

Reconoce que la gran causa detrás de todos esto son jóvenes con familias disfuncionales que no tienen un comportamiento apropiado pero que este fenómeno afecta a la mayoría de las sociedades modernas del mundo desarrollado.

David Cameron, actual primer ministro, considera que el problema es de un egoísmo exacerbado innato a la joven sociedad británica, no a grupos aislados. También defiende recuperar los valores morales y mano dura para los infractores.

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Blair también critica la imagen de enfrentamiento que han dado la policía y el gobierno cuando éste debería estar respaldando sin fisuras la actuación policial.