Al menos 83 personas murieron por los experimentos médicos de EEUU en Guatemala
Los experimentos estaban destinados a probar la eficacia de la penicilina para curar enfermedades como la sífilis.
Al menos 83 personas murieron como consecuencia de los experimentos médicos realizados por Estados Unidos en Guatemala a finales de los años 40.
Entre 1946 y 1948 unas 1.300 personas fueron infectadas con enfermedades venéreas como la sífilis o la gonorrea.
Más información
La mayoría pertenecían a colectivos sociales vulnerables: eran enfermos mentales, prostitutas o presos. Es una de las conclusiones de los trabajos que está realizando la comisión estadounidense que investiga el caso. Solo unas 700 personas recibieron "alguna forma de tratamiento", algo que la jefa de esta comisión, Amy Gutmann, ha considerado "un episodio claramente inmoral de injusticia histórica". Los investigadores de la comisión han indicado que el estudio de enfermedades de transmisión sexual como la sífilis era un objetivo científico importante en ese momento. El escándalo salió a la luz el pasado mes de noviembre y Estados Unidos se ha limitado a pedir disculpas, explicando que estos experimentos estaban destinados a probar la eficacia de la penicilina.
Marcos Gómez Sancho, Presidente de la Comisión Central de Deontología de Colegios Médicos de España ha explicado a la Cadena SER que "Estados Unidos tiene una larga historia de estos procedimientos ilegales que son inaceptables". Ha dicho que "pedir perdón no es suficiente, y que las víctimas y sus familiares deben recibir una indemnización".
Las conclusiones tienen consecuencias para la diplomacia estadounidense y vuelven a poner sobre la mesa la discusión ética que rodea a los métodos con los que se prueban los nuevos fármacos en los pacientes.
El vicepresidente de Guatemala, Rafael Espada, ha informado de que su Gobierno ha localizado a cinco de las personas que fueron objeto de estos experimentos gracias a los archivos existentes en los hospitales donde se llevaron a cabo. Estas personas tienen hoy alrededor de 85 años y van a someterse a un examen médico que confirme que padecieron enfermedades venéreas durante esta época. Guatemala ha condenado las pruebas llevadas a cabo por el Servicio Público de Salud estadounidense, calificándolas de "crímenes contra la humanidad". Ha considerado la posibilidad de trasladar el caso ante la Corte Penal Internacional.