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Blandiendo espadas...

Muchas ideas me venían a la cabeza mientras veía el partido en directo de Turquía vs. España. Algunas de aspectos técnicos, de aspectos psicológicos o de aspectos tácticos

Que sí la ausencia de Pau Gasol era tan determinante que nos estaba haciendo perder, o peor aún, que sin su presencia, el resto de jugadores parecían de mucha menor calidad de lo que realmente son. Que si los jugadores con más bajo protagonismo, no acaban de dar el paso adelante para ayudar en esta fase decisiva de la competición. Que si faltaba un quinto pívot a esta selección, lo que obligaba a Felipe Reyes (siempre aportando cosas!) a jugar demasiados minutos. Que si en general las personas arrimamos el hombro solo cuando vemos las orejas al burro, o si por el contrario, nos relajamos tras un gran éxito..., etc., etc

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Por suerte o por desgracia, desde que empecé el primer día a escribir estas líneas, quise obligarme a visualizar, casi siempre, el partido de nuevo. Como estoy de pretemporada por el pirineo (o de 'colonias' como dice una amiga mía...), con mi equipo, el Cajasol Banca Cívica, puedo verlo de nuevo, tras preparar los entrenos del día siguiente, ya de madrugada.

Esta circunstancia, me a permitido, por un lado, poder verlo con otra perspectiva, aunque lo reconozco, no muy distinta a la que tenía, mientras lo veía en directo a media tarde; pero por otro, el que me llegaran en forma de comentarios de mis ayudantes (más avezados que yo en las nuevas tecnologías: twiter, blogs, Facebook...), las noticias, comentarios y críticas, que las distintas plataformas ponen a la disposición de todos (...o casi), y en las que todo el mundo se ve capaz de echar por tierra la carrera de cinco años en la Facultad de Ciencias de la Información, jugando así, a convertirse en periodistas desde su móvil y cargándose todo el código deontológico en cuestión.

He podido leer, desde cosas escritas con una cierta coherencia, a inexactitudes apoyadas en rumores de dudosa credibilidad, hasta los clásicos 'abuelos cebolleta' que apelaban al retorno de viejos y obsoletos métodos en la dirección, gestión y selección de sistemas, jugadores u otras variables. Siendo favorable cien por cien de la libertad de expresión, creo que hay quien confunde los términos de una información veraz y se aprovecha de la ingenuidad de la gente, para crear una corriente (casi siempre negativa) que llegue a confundir a quien lo lea.

Hace unos años pude ir a ver a Nadal a Las Ventas, durante la celebración de unos partidos de Copa Davis, celebrados en Madrid y me quedé perplejo al oír como, tras algún golpe poco preciso de este, se oyó la voz de un aficionado reclamándole que no utilizara el 'drive', que lo hiciera de 'revés'. Se los estaba diciendo a plena voz, nada más y nada menos, que al... ¡Número Uno del Mundo! Recuerdo igualmente que, aunque todo ahora son parabienes y halagos de todo tipo, alguna prensa de Barcelona, llegó a cuestionar en sus inicios en Primera División de Futbol, al entrenador que más títulos a ganado para el F.C.Barcelona en toda su historia, y siguiendo con futbol, alguien muy entendido, llegó a poner en duda el sistema de la Selección Española en el Mundial de Suráfrica (que acabó ganando), tras una primera derrota en el campeonato. Y hace unos meses, quise ver por primera vez en mi vida, como era una tarde en La Maestranza de Sevilla. Una vez más, a pesar de unos silencios impresionantes que allí se daban con la Plaza llena, hubo quien no dudo en decirle al torero: "arrímate más al toro". ¿Pero, en que país vivimos?

¿Donde están los que ayer decían que eran los dos mejores primeros cuartos de toda la historia? Alguien olvidó que este grupo, mayoritariamente, son Campeones de Europa, del Mundo y Subcampeones Olímpicos, por no añadir títulos de clubes importantísimos. Podemos estar más o menos de acuerdo con ciertas decisiones, planteamientos o esfuerzos, pero no seamos catastrofistas, ni activemos todas las alarmas a nuestro alcance. Esta gente que nos llevó a la gloria, debe tener toda nuestra confianza. Yo creo en ellos. Carguemos baterías y a por nuestro Angliru. Salud.

 
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