El Málaga sigue rodando

El Málaga ha conquistado su primera victoria como visitante de la temporada, segunda consecutiva, al derrotar 0-1 al Mallorca con un gol del central argentino Martín Demichelis, cuyo remate rebotó en el defensa uruguayo Pablo Cáceres antes de introducirse en la portería de Dudú Aouate. El conjunto malagueño fue superior a su rival, especialmente en la primera parte, y su triunfo, aunque corto, no admite dudas.

El Mallorca fue de menos a más. Mejoró su juego en la segunda parte, pero no lo suficiente para poner en peligro la victoria visitante. El Málaga, con una plantilla de auténtico lujo, hizo lo justo para sumar tres puntos de oro que le sitúan en una zona de la clasificación acorde con el notable esfuerzo económico que han hecho sus propietarios esta temporada.

El conjunto malagueño pudo irse al descanso con el partido resuelto. Su ventaja mínima (0-1) no reflejó, en absoluto, lo que ocurrió sobre el terreno de juego, ya que el dominio visitante fue abrumador ante un Mallorca empequeñecido, más fallón de lo habitual y sin pólvora arriba.

La movilidad de Cazorla, la rapidez de Joaquín y el peligro constante que transmiten Van Nistelrooy y Baptista, fueron argumentos de peso para inclinar la balanza del lado del Málaga. Si a eso se une un rival incapaz de dar dos pases seguidos, blandito en el centro del campo, con dudas en la defensa, e inoperante en los metros finales, queda claro que el equipo de Manuel Pellegrini disfrutó de un paseo plácido en la primera parte.

Antes del gol -con rebote incluido en Cáceres- de Demichelis (min. 39), el Málaga había estrellado un balón en el palo (min. 15) con un remate de Van Nistelrooy, y también, había obligado a lucirse al meta Dudú Aouate con otro lanzamiento envenenado de Cazorla. Asimismo, todo los jugadores del Málaga y el banquillo pidieron penalti en una caída de Van Nistelrooy ante Chico (min. 31).

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El técnico del Mallorca, Michael Laudrup, que ya ha advertido que a su equipo le falta un delantero de referencia, reaccionó de inmediato tras el gol visitante y mandó a calentar al japonés Akihiro Ienaga con la esperanza de que su velocidad abriera espacios en la experimentada defensa malagueña. Aki sustituyó a un desafortunado Alejandro Alfaro en la segunda parte y, en su primera acción, jugando por la izquierda -Nsue se fue a la derecha- pudo conectar el primer centro con cierto peligro que el israelí Tomer Hemed cabeceó por encima del larguero.

El Mallorca tuvo otro aire en la reanudación. Al menos, fue capaz de neutralizar el dominio de los blanquiazules y ofrecer a su público otras sensaciones, como la que ofreció Nsue (min. 66) cuando su disparo en el área pequeña fue desviado 'in extremis' al córner por el Málaga, cómodo con su ventaja, se armó de paciencia para sentenciar el partido a la primera de cambios, sin Baptista y Van Nistelrooy en los últimos 25 minutos, que dejaron su sitio a Maresca y Rondón. Llegó con más convicción el equipo balear al tramo final, con Pereira y Víctor en el terreno de juego, pero todos sus esfuerzos chocaron con una defensa visitante con oficio y veteranía.