El Colectivo de Presos de ETA (EPPK) pide el fin de la violencia

El EPPK, el Colectivo de Presos de ETA, se suma a este acuerdo de Gernika que pide - entre sus puntos - el fin de la violencia aunque no la pida expresamente. La adhesión al Acuerdo de Gernika tiene sin embargo condiciones. En el documento, que ha traducido ya la SER, el EPPK exige una "amnistía completa" y rechaza la posibilidad de acogerse a los beneficios penitenciarios, una posibilidad que plantean los firmantes del acuerdo.

El EPPK, el colectivo de presos de ETA, se suma al Acuerdo de Gernika aunque expresamente no pide el final definitivo de la violencia. "Para el EPPK, dice el comunicado, el Acuerdo de Gernika es referente en el escenario democrático y por eso el EPPK aplaude el valor y la voluntad de los agentes que son parte de Gernika".

En el comunicado el EPPK exige "la amnistía completa" para todos los presos de ETA y carga contra la política penitenciaria vigente descartando la posibilidad de acogerse a beneficios penitenciarios, una posibilidad que si plantean los firmantes del acuerdo de Gernika. "Los componentes de este colectivo, dice textualmente el comunicado, tenemos el compromiso total de la lucha a favor de la soberanía de nuestro pueblo y no aceptamos la perversa política de beneficios personales que el sistema carcelario construido por España y Francia nos ofrece, con la intención de destruir nuestro carácter tanto político como humano".

El tema de los beneficios penitenciarios era uno de los puntos que se esperaban con más inquietud. Desde que se suscribió el acuerdo de Gernika, en septiembre del año pasado, había dos puntos que nunca convencieron a ETA ni al colectivo oficial de presos. El primero era la referencia a la libertad condicional para los presos que "hayan cumplido los requisitos legales", porque el colectivo siempre ha pedido la libertad para los reclusos que habían cumplido tres cuartas partes de la condena. El segundo punto aboga por la aplicación de los beneficios penitenciarios "legalmente establecidos" lo que supone cumplir los requisitos legales que la mayoría de presos rechazan como el perdón a las víctimas y su indemnización.

Según fuentes de Instituciones Penitenciarias, el acuerdo ha sido suscrito por la mayoría de los presos de este colectivo y se calcula que solo un 10% de los 700 reclusos etarras se han mostrado críticos. Entre los críticos está Ana Belén Egües, o ex-dirigentes de ETA encarcelados en Francia como Ezparza Luri o Thierry. El EPPK es el grupo mayoritario de presos de la banda armada. Son 688 presos repartidos entre España y Francia (544 en España, 140 en Francia, y otros cuatro repartidos entre Portugal e Inglaterra. El debate sobre el acuerdo de Gernika ha sido impulsado por la izquierda abertzale que ha llevado este documento a prisiones para atraer al mayor número de reclusos, intentando capitalizar a este colectivo aprovechando que ETA ha perdido el control sobre sus presos.

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Por tanto el comunicado del EPPK es un avance muy importante, no definitivo, pero si indispensable para seguir avanzando. Y es importante primero porque la resolución es mayoritaria dentro del EPPK y segundo por la cantidad de personas y organizaciones que arrastra el colectivo de presos de ETA: familiares de presos, gestoras pro-amnistia, askatasuna y los que siempre han militado en la conocida Herri Batasuna. ETA pierde base social y esto es lo único que sustenta a un grupo terrorista.

Interior rechaza las condiciones del Colectivo de Presos

Fuentes del Ministerio de Interior y de Instituciones Penitenciarias reconocen que la decisión del colectivo es buena "porque supone un paso más" aunque insisten en que se va a seguir aplicando la ley penitenciaria vigentes. El Acuerdo de Gernika reclama la libertad condicional de aquellos reclusos que cumplan los requisitos legales y esto únicamente puede obtenerse de forma individual, nunca colectiva.

Para que un preso de ETA acceda a la libertad condicional, debe cumplir tres requisitos: tener un pronóstico de reinserción favorable, haber cumplido tres cuartas partes de la condena y estar clasificado en tercer grado penitenciario. Para acceder a este grado la ley establece como condición haber abandonado los fines y medios terroristas, colaborar con la justicia y pedir perdón a las víctimas.

Los disidentes de Nanclares de Oca piden la reparación de las víctimas

Los presos que ya estaban arrepentidos han dado un paso más. Piden el reconocimiento y la reparación de las víctimas y la consecuente reconciliación social. Son presos de Nanclares de Oca, Los conocidos como "presos comprometidos con el irreversible proceso de Paz", que llevan meses acogiéndose a los beneficios penitenciarios después de pedir perdón a sus víctimas. Los reclusos internos en Nanclares de Oca (Vitoria), muestran su compromiso con el acuerdo de Gernika en todos y cada uno de sus puntos y reafirman su apuesta inequívoca por un proceso de paz irreversible. Todos estos presos disidentes están expulsados de la banda armada. Entre estos reclusos están ex dirigentes muy sanguinarios como Urrosolo Sistiaga o Valentín Lasarte, responsable de los asesinatos de Fernando Múgica o Gregorio Ordoñez. Todos estos presos han pedido perdón a sus víctimas y las van a indemnizar. Por eso han accedido a permisos regulares y empiezan ya a salir de la cárcel para trabajar o estudiar.