Leonard Cohen, protagonista de la XXXI ceremonia de los Premios Príncipe de Asturias
La cita ha estado marcada este año por el comunicado de ETA
Tanto la gala, con referencias directas del Príncipe, como las audiencias en el Hotel de la Reconquista, han dado buena cuenta de la relevancia del anuncio para la sociedad española.
El poeta y cantante canadiense Leonard Cohen ha desvelado este viernes en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2011 que el mentor de su carrera fue un joven español de quien desconoce su procedencia que le enseñó a tocar la guitarra en Montreal y de quien nace su agradecimiento a España.
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"Todo lo que encuentren favorable en mi música y mi poesía viene de ahí", ha agregado Cohen tras indicar que nunca había contado en público que "los seis acordes" de una guitarra flamenca que le fascinaron se los enseñó un español en Montreal que se suicidó en esa ciudad a principios de los años sesenta del siglo pasado.
Cohen, galardonado con el premio de las Letras de este año, ha improvisado un discurso en la ceremonia de entrega de los Príncipe de Asturias en el que ha dicho que se siente "un hombre viejo" que aún debe agradecimientos.
Y ha subrayado que siente una gran gratitud hacia el pueblo español, porque gracias a los versos del poeta Federico García Lorca encontró su "voz" y merced al guitarrista que conoció en Montreal aprendió "esos seis acordes que han sido la base de todas" sus canciones y toda su música.
Cohen ha relatado con detenimiento cómo en un parque de Montreal junto a unas pistas de tenis cerca de la casa de su madre hace medio siglo vio a un joven tocar una guitarra flamenca y le rogó que le diera lecciones. Acordó con él un precio y acudía a su casa para enseñarle, hasta que un día no volvió, llamó a la pensión en que se alojaba y le dijeron que se había suicidado.
El cantautor canadiense, que ha entrado al Teatro Campoamor ovetense con el sombrero que le caracteriza en una mano, ha explicado que el discurso que preparó la noche anterior que pasó en vela en un hotel asturiano no le valía, por lo que hablaría unos minutos sin guión para dar las gracias.
"La ambigüedad de la poesía viene de un lugar que nadie controla, que nadie conquista, si supiera de dónde viene (la inspiración) haría más (poemas) y con más frecuencia", ha dicho el nuevo Príncipe de Asturias de las Letras para indicar que el primer agradecimiento no tiene destinatario.
Entonces, ha relatado, al pensar en qué más agradecimientos debía, Cohen asió su guitarra Conde hecha en España hace cuarenta años, ligera "como llena de helio", olió su "fragancia de madera viva" y supo que debía un agradecimiento "al suelo y la tierra" del pueblo que le "ha dado tanto" por Lorca y por su maestro de guitarra en Montreal.
El resto de galardonados
En una tarde fría y soleada, como marca la tradición, más de un millar de invitados han ocupado los asientos del Teatro Campoamor de Oviedo antes del inicio del acto. Los primeros premiados en llegar al Campoamor han sido los 'Héroes de Fukushima'; seguidos por los investigadores Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti; el psicólogo Howard Gardner; y el siempre sonriente atleta etíope Haile Gebrselassie, ataviado con un llamativo traje blanco y chaleco dorado.
Seguidamente, se han acercado al teatro los representantes de la 'Royal Society', cuya directora es la única mujer entre la nómina de premiados; el director de orquesta italiano Riccardo Muti; el filántropo Bill Drayton; y el músico y poeta canadiense Leonard Cohen, que saludó a los presentes con su inseparable sombrero.
Cerca de las 18:30 horas han llegado al Campoamor autoridades como el presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos; el presidente de la Junta General, Fernando Goñi; el ministro de Educación, Ángel Gabilondo; y el alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, entre otros.
Con cierto retraso sobre el protocolo, han llegado el Príncipe don Felipe, con corbata celeste, y doña Letizia, con un vestido estampado de transparencias en tonos ocre y el pelo recogido. Les acompañaba la Reina doña Sofía, que lucía un conjunto de vestido y chaqueta en gris plata. Los miembros de la Familia Real han entrado al teatro bajo los aplausos de los presentes y el ritmo de la banda de gaitas Ciudad de Oviedo.
A continuación, y tras la entrada de los galardonados, ha tomado la palabra el presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte. Tras él, este año abrió el turno de los discursos el músico y poeta canadiense Leonard Cohen, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, que recibió con humildad una de las mayores ovaciones de la jornada.
Seguidamente, se ha procedido a dar lectura a un fragmento de las actas de concesión de los premios que este año han recaído en el director de orquesta italiano Riccardo Muti (Artes), el psicólogo Howard Gardner (Ciencias Sociales), The Royal Society (Comunicación y Humanidades), el atleta etíope Haile Gebrselassie (Deportes), Bill Drayton (Cooperación Internacional), los investigadores Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti (Investigación Científica y Técnica), una representación de los Héroes de Fukushima (Concordia) y el artista y compositor Leonard Cohen (Letras). Cada uno de los ocho galardones está dotado además con 50.000 euros y una escultura creada expresamente por Joan Miró para estos galardones.
Tras la entrega, han tomado la palabra el investigador Álvarez-Buylla, un representante de los 'Héroes de Fukushima' y el director napolitano Riccardo Muti.
Asimismo, en uno sus discursos más destacados del año, don Felipe ha subrayado que ETA asume la "derrota" de su violencia y ha pedido cariño y respeto para las víctimas, al tiempo que ha incidido en que ninguna gran nación puede abordar la crisis desde el pesimismo.
Además, como ya es costumbre, acompañado por doña Letizia y arropado por el calor de una Asturias volcada en sus premios más internacionales, el inspirador de los galardones ha clausurado el acto y convocado la edición de 2012 de los Premios Príncipe de Asturias.
Al término de la ceremonia, ya de noche, los galardonados han abandonado el teatro y se han dirigido en comitiva al Hotel de la Reconquista arropados por unas 700 personas, integrantes de veinte bandas de gaitas y de diez grupos folclóricos del Principado.