El presunto etarra Andoni Otegi, uno de los cuatro acusados por el asesinato del concejal de UPN en Leiza (Navarra) José Javier Múgica en 2001, ha dicho este viernes que no se han reído de la viuda y que respetan su sufrimiento. «Nadie se ha reído del sufrimiento de la viuda, al contrario, lo respetamos, en cambio lo que ha sucedido es consecuencia de una mentira y de un afán de protagonismo de una magistrada», ha dicho. Así se refería forma Otegi a la frase pronunciada por la magistrada Ángela Murillo, que renunció a celebrar la vista tras afirmar, sin percatarse de que había un micrófono abierto: «Y encima se ríen estos cabrones». Antes, Adoración, la viuda, ha vuelto a relatar ante el tribunal cómo vio morir a su marido al explotar una bomba lapa en su coche, y ha sostenido la mirada a los etarras acusados del asesinato de su marido. Al finalizar el juicio, la viuda de Múgica, Adoración Zubeldia, ha saludado efusivamente a Murillo, que abandonaba la sede de la Audiencia Nacional, a la que ha abrazado y dado las gracias.