Adoración Zubeldia, viuda del concejal de UPN en Leitza (Navarra), José Javier Múgica, asesinado el 14 de julio de 2001, ha declarado sin protección en el juicio que se sigue por el atentado que costó la vida a su marido y ha sostenido durante varios segundos la mirada al exjefe militar de ETA Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, y los otros tres acusados. Aunque el tribunal ofreció a Zubeldia la posibilidad de declarar por videoconferencia en la repetición del juicio, la testigo se ha presentado en la sala de vistas, ha relatado con detalle cómo se produjo el atentado y, al término de su declaración, ha preguntado: «¿Les puedo mirar a estos chicos?». Tras unos segundos, en los que se ha enfrentado cara a cara con los acusados, ha abandonado la sala de vistas. Amenazas y pintadas Durante su relato, que ha realizado entre sollozos, Zubeldia ha señalado que su marido, que trabajaba como conductor del autobús escolar del pueblo, tenía que soportar que los estudiantes le «tomaran el pelo». Después, sufrió «amenazas» y varias pintadas con una diana y las siglas UPN aparecieron en la tienda de fotografía que regentaba. «Mi marido cogía la brocha y lo tapaba», ha dicho. Tras indicar que en el pregón de fiestas también aparecieron «amenazas» contra él, ha vuelto a relatar, como hizo el miércoles, cómo presenció el atentado desde el balcón de su vivienda. «Oí un ruido y se movió la casa. Mi marido estaba a distancia tumbado en el suelo y la furgoneta se estaba quemando y él también se estaba quemando», ha dicho. El juicio se ha repetido este viernes desde el principio con un nuevo tribunal después de que la juez Ángela Murillo se retirara del procedimiento al haber dejado escapar un comentario en el que criticaba a los acusados por la indiferencia que habían mostrado ante el testimonio de la viuda del concejal asesinado. «Y encima se ríen los cabrones», afirmó. Los acusados no contestan Tanto el exjefe militar de ETA como los integrantes del comando Argala Andoni Otegi y Oscar Celarain se han negado a «participar» en el juicio al no aceptar la «legitimidad» del tribunal. «Sólo quiero afirmar...», ha señalado Otegi, aunque ahí se ha quedado su alegato porque la nueva presidenta del tribunal, Carmen Paloma González, le ha interrumpido y le ha pedido que se limitara a contestar si quería o no contestar a las preguntas del fiscal, Carlos Bautista. Los acusados no se han negado a ponerse de pie, como hicieron el pasado miércoles, porque los agentes que los custodiaban no les han dejado sentarse y les han mantenido esposados durante el arranque del juicio. El único procesado que ha declarado ha sido Juan Carlos Besance, que sólo ha respondido a las cuestiones planteadas por su abogado defensor. Tal y como indicó el miércoles, ha reiterado que las declaraciones autoincriminatorias que realizó ante la Guardia Civil fueron realizadas bajo torturas. «Me pasé llorando toda una noche. No le comenté nada al forense porque tenía miedo todavía», ha dicho.