Silvio Berlusconi, experto en piruetas

'Il cavaliere' ha cedido después de un titánico pulso contra todo lo que parecía poder apartarle del poder. Sin embargo, no es la primera vez. Ya ha dimitido como primer ministro en dos ocasiones anteriores: en 1994, cuando Umberto Bossi le retiró la confianza y su gobierno quedó en minoría, y en 2005, cuando en una curiosa pirueta, forzó la salida de todo su ejecutivo, incluyendose él mismo, para recibir el encargo de formar uno nuevo y aguantar hasta el final de la legislatura.

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"Dar un paso atrás, jamás, y menos en esta situación", decía solo hace un mes Berlusconi, pero el cerco se cerraba: la pérdida de su feudo en Milán, en las municipales del mes de mayo...; sus fracasos en los referendos sobre energía nuclear o privatización del agua y el rechazo mayoritario, incluyendo el del Constitucional, de la segunda ley que pretendía aprobar para procurarse inmunidad.

Berlusconi anunció en julio de este año que no se presentaría a la reelección. Es una incógnita si acabará así la carrera política de este empresario milanés, que en 1994 anunció la fundación de Forza Italia, y al que los italianos han dado tres mayorías absolutas en las urnas. En los tribunales le esperan cuatro procesos relacionados con fraude fiscal, apropiación indebida y prostitución de menores.

Hace solo unos días, antes de saber que perdería la mayoría absoluta en el parlamento, Berlusconi se refería así a la situación de su país: "La vida en Italia es de bienestar, en contraste con todos los indicadores económicos. Somos una potencia económica, no ha disminuído el consumo, los restaurantes están llenos, hay cola para comprar billetes de avión, todo el mundo hace vacaciones, no creo que se perciba algo parecido a una fuerte crisis".