El Papa pide en África una respuesta ética basada en la abstinencia para el sida
El pontífice recuerda que África necesita de "buen gobierno" y debe ser "pulmón espiritual" de la humanidad
Benedicto XVI ha afirmado que el problema de la enfermedad del SIDA exige "una respuesta médica, farmacéutica" pero sobre todo "ética, es decir, una prevención eficaz basada en la abstinencia sexual, sobre el rechazo de la promiscuidad sexual y sobre la fidelidad conyugal, en nombre de una antropología fundada sobre el derecho natural y sobre la Palabra de Dios" en la Exhortación Apostólica 'Africae Munus', la 'Tarea de África' que recoge las conclusiones del Sínodo del áfrica celebrado en el año 2009 y que ha sido publicada este sábado por la Radio Vaticana.
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El Papa ha pedido una particular defensa "de la vida" y ha recordado que la Iglesia "está en primera línea para afrontar las pandemias de la malaria, la tuberculosis y del sida". Precisamente, este sábado el Pontífice visita un hospital infantil en Ouidah, en Benín, regentado por religiosas que cuidan a niños enfermos, algunos afectados por el virus del sida. En este sentido, Benedicto XVI ha exhortado a los cristianos a apoyar a "la familia, porque frente a distorsiones de la noción del matrimonio, la desvalorización de la maternidad y el relativismo de una ''nueva ética" sea "iglesia doméstica", capaz de "donar paz y armonía a la sociedad".
Asimismo, el Pontífice ha pedido que se proteja a los niños "fuente de esperanza y de renovación y que "muchas veces" son "el centro de casos intolerables y deplorables como los niños soldados, los prisioneros, los obligados a trabajar, los maltratados por su discapacidad y "los esclavos sexuales". En este sentido, el Pontífice ha exhortado a defender a aquellos niños "considerados como brujos, discriminados por ser albinos", una práctica muy difundida en África y especialmente en Benin por la influencia del 'vudú'.
El papa se reunido en Cotonú con el presidente de Benin, Thomas Boni Yayi, y los representantes de las principales religiones, ante los que pronunció el discurso más político de su visita, en el que denunció que actualmente en el mundo hay demasiados escándalos e injusticias, demasiada corrupción y codicia, demasiado desprecio y mentira y excesiva violencia que lleva a la miseria y a la muerte. Ratzinger dijo que el ser humano aspira a la libertad, quiere vivir dignamente y quiere ser respetado y reivindica "un gobierno limpio que no confunda el interés privado con el interés general, y sobre todo desea la paz y la justicia".
"Desde esta tribuna, hago un llamamiento a todos los líderes políticos y económicos de los países africanos y del resto del mundo. No privéis a vuestros pueblos de la esperanza. No amputéis su porvenir mutilando su presente. Tened un enfoque ético, valiente, en vuestras responsabilidades", manifestó.