El Real Madrid sabe sufrir para encarrilar el Top-16

Un fulgurante inicio de los blancos (6-0) hacía presagiar una abultada victoria ante la ''cenicienta'' del grupo, el Spirou belga, que llegaba a la capital española con un solo triunfo en cinco partidos, logrado además, ante el irregular Anadolu Efes, al que el conjunto de Pablo Laso le endosó más de una centena de puntos en la anterior jornada, lo que colocaba segundo de su competido grupo a los madrileños.

Sin embargo, los de Giovanni Bozzi no le perdieron la cara al choque, y el goteo anotador de Mallet, Green y el que fuera jugador madridista Hamilton, se pusieron por delante en el luminoso, y no contentos con ello, sumaron un demoledor parcial favorable (0-8), que les catapultó hasta el 21-27 con el que se cerraría el primer acto.

En el segundo cuarto, apenas cambió el panorama. Los belgas anotaban con suma facilidad y mostraban una intensidad defensiva que les llevó al 'bonus' en sendos cuartos. Cuando parecía que los blancos no iban a recortar la renta de los flamencos, entre el desacierto merengue, emergió la figura de Ibaka, que firmó sus mejores minutos como madridista, con diez puntos y cinco rebotes, que sirvieron para que su equipo enfilase el vestuario con una ventaja de dos puntos.

De vuelta a la cancha, la imprecisión frente al aro rival se apoderó de ambos equipos, lo que frenó el frenético ritmo anotador del partido, que iba a llevar a ambas escuadras a guarismos cercanos a la centena de puntos. Los de Pablo Laso acusaron el flojo rendimiento de sus lanzamientos de tres laterales, pues al término del tercer cuarto, Rudy sumaba tres puntos, y Carroll doce, con un solo triple convertido de cinco intentos. Si bien, el Real Madrid finalizó la media hora de juego con una ventaja de un punto (70-69).

En el último acto, con la buena dirección de Sergio Rodríguez, plasmada en cinco asistencias, los madridistas lograron dispararse en el luminoso, con una anotación coral, en la que sobresalieron Pocius y Carroll. Ante la ausencia de brillo de sus artilleros, los blancos rentabilizaron los tiros libres de los que dispusieron, ante un rival que entró en ''bonus'' en todos los cuartos, con un porcentaje de acierto del 88%, para sumar un total de 28 puntos.

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Finalmente, el Real Madrid se impuso a los belgas por cuatro puntos (93-89) en un final más igualado que las sensaciones plasmadas por ambos conjuntos. De este modo, los de Pablo Laso rebasan el registro de 90 puntos por encuentro que promedia en la Euroliga, lo que les ha convertido en el equipo más anotador del continente, en un año en el que todo hace indicar que podrá competir 'de tú a tú' ante las grandes escuadras europeas.