Los obispos no darán "directivas" a Rajoy en materia de aborto y matrimonio homosexual

El portavoz de la Conferencia Episcopal ha señalado que "no pedirán explícitamente a Rajoy que derogue esas leyes" aunque señala que los gobernantes sabrán qué hacer si quieren tener legislaciones justas que no violen los derechos fundamentales y contribuyan a la salida de una crisis que no es sólo económica sino también moral

A una pregunta directa, el portavoz de la Conferencia Episcopal suele contestar con respuestas indirectas, de modo que hoy Juan Antonio Martínez Camino ha tenido que lidiar no con una sino con cinco interpelaciones sobre la misma cuestión: si la Iglesia va a pedir al nuevo Gobierno de Mariano Rajoy que derogue las leyes del aborto y el matrimonio homosexual.

Camino ha señalado que "los obispos nunca le dicen a ningún gobernante, sea del color político que sea, lo que tiene que hacer, sino que se limitan a expresar cuál es la postura de la Iglesia sobre determinadas cuestiones. "La postura de la Iglesia sobre las leyes del aborto y del matrimonio homosexual es pública y notoria, consideramos que son leyes gravemente injustas y eso es bien sabido. Los gobernantes sabrán qué hacer si quieren tener leyes justas, que no lesionen los derechos fundamentales y si quieren tener una salida duradera a una crisis que no es sólo económica y social, sino también moral", señalaba hoy en rueda de prensa Martínez Camino. Ante la insistencia de los periodistas, el portavoz de la Conferencia Episcopal señalaba que en esta cuestión no hay "manejos ocultos ni retruécanos en el aire" sino que la postura de los obispos es manifiestamente conocida aunque ellos, ha señalado, no pueden dar órdenes al Gobierno sino tan sólo "consejos".

Ambas leyes han sido motivo de agrios enfrentamientos entre el episcopado y el Gobierno socialista, hasta el extremo de que varios obispos salieron a las calles a manifestarse contra la aprobación de la ley del matrimonio homosexual, que el PP mantiene recurrida ante el Tribunal Constitucional, y que la Iglesia considera un ataque inaudito a la familia y a la regulación del matrimonio entre hombre y mujer en "toda la historia de la civilización occidental". En cuanto a la ley del aborto, los obispos insisten en que ni siquiera tiene la calificación de ley porque vulnera el derecho más fudamental de todos, el derecho a la vida. La pelota ahora está en el tejado de Rajoy, al que los obispos deseaban esta semana "acierto" en su tarea como nuevo presidente del Gobierno.