Más impuestos y recortes en el primer gran ajuste económico del gabinete de Mario Monti

El primer ministro italiano, Mario Monti, ha sacado adelante en la reunión del Consejo de Ministros, inicialmente prevista para este lunes, un nuevo paquete de medidas de austeridad y crecimiento que el dirigente ya había explicado a representantes sindicales, quienes rechazaron de pleno sus propuestas.

El gabinete ha aprobado un paquete de medidas de ajuste estimado en 30.000 millones de euros, que contempla un retraso en la edad de jubilación, la liberalización de servicios profesionales, el incremento de los impuestos del IVA, el IRPF, y para la adquisición de bienes de lujo. Además, incluye algunos recortes en el servicio sanitario. Monti había adelantado la reunión del Gabinete al término del tenso encuentro mantenido con los sindicatos, dentro de la ronda de contactos de estos últimos días con grupos políticos y sociales para explicar las nuevas medidas anticrisis que prepara y pedir así su apoyo parlamentario.

Monti, quien ha comparecido en rueda de prensa, ha explicado que su Gobierno tiene "un mandato de corta duración" y "el firme compromiso de ayudar a Italia a salir de una crisis gravísima, de una crisis internacional y de un malestar de la economía y de la sociedad italiana que pone en riesgo de destruir lo construido por cuatro generaciones de italianos". El presidente del Gobierno se ha dirigido a los italianos antes de proceder a explicar el plan de ajuste. "Es un momento -dijo- en el que Italia tiene el potencial de hacer ver que es un gran país capaz de encontrar la fuerza en sí mismo para resolver los problemas".

Ha afirmado que "la gran deuda pública italiana no es culpa de los europeos, es culpa de los italianos que en el pasado no han dado importancia al futuro de los niños del país". Según Monti, "hemos tenido muy presente la necesidad de crear las condiciones para el crecimiento de Italia", de poner bajo control el déficit y la deuda publica, y "hemos también dado un peso muy particular a la equidad". "También hemos tenido que distribuir sacrificios -sostuvo- y hemos tenido cuidado al distribuirlos. Veréis que nuestras medidas son sobre todo incisivas en cuanto a evasión fiscal". El excomisario europeo ha agregado que "la pluralidad de sacrificios queremos que sea vista como un nuevo despertar de la economía italiana, de la sociedad italiana".

Añade que la reforma laboral será abordada las próximas semanas: "aun no hemos mirado al mercado de trabajo, pero será un paso definitivo" para dar mayor peso a los méritos y la competencia y lograr una mayor apertura. En cuanto a los costes de la política y de los aparatos de gobierno, ha precisado, "hemos adoptado un criterio de transparencia a nivel de la mejor práctica internacional y hemos decidido inspirar nuestras declaraciones patrimoniales en el principio de no declarar solo lo que se nos pide actualmente a los cargos públicos, sino declarar por entero nuestro patrimonio". Monti ha comunicado que renuncia a la compensación retributiva como primer ministro y titular de Economía, pero mantiene los ingresos como senador.

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Por su parte, la ministra italiana de Trabajo, Elsa Fornero, ha abordado uno de los temas más conflictivos, la modificación del sistema de pensiones, con el aumento de 42 años para los hombres y 41 para los mujeres del mínimo de años cotizados para poder percibir la pensión "anticipada" sin recurrir al sistema de cuotas. En el sector privado, la jubilación será para las mujeres a partir de los 62 años y para los hombres a los 66 años en 2012, con una penalización del 3 % anual para quienes se retiren antes, mientras que la equiparación total de edades será de 66 años en 2018, ha añadido. Después de que la ministra concluyera emocionada su intervención, Monti ha informado que el plan contempla congelar las pensiones superiores a los 960 euros mensuales y mantiene la revisión de las jubilaciones mínimas en función de la inflación.