Las 'guardioladas' en el Bernabéu
Las sorpresas tácticas del técnico catalán se conocen en los círculos periodísticos como 'guardioladas'
Josep Guardiola en la rueda de prensa previa al partido de ida de la Supercopa, donde ha asegurado que Cesc aún es jugador del Arsenal hasta que no llegue la confirmación del club londinense(Reuters)
Pep Guardiola apenas lleva cinco años como entrenador. Ya lleva cuatro en el banquillo del Camp Nou y antes estuvo una dirigiendo al filial azulgrana en Tercera división. A lo largo de este tiempo, se ha caracterizado por ser un entrenador muy intervencionista y es habitual que sorprenda a los técnicos rivales con novedades tácticas en el planteamiento de los partidos. En los círculos periodísticos, estas sorpresas tácticas se conocen como 'guardioladas', un término que de forma errónea se utiliza de forma despectiva, ya que en la mayoría de ocasiones le han dado buen resultado.
Si hay un estadio propicio para las 'guardioladas' es el Santiago Bernabéu. Cada vez que el técnico azulgrana visita el campo blanco sorprende con alguna novedad inesperada. En su primera temporada en el banquillo, desplazó a Messi de la banda derecha y lo colocó en el centro como falso delantero centro. El argentino marcó dos goles, fue una pesadilla para el Madrid y el Barça ganó 2-6. Messi nunca más volvió a la banda y desde entonces ha incrementado cada temporada sus registros goleadores.
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Un año después, de nuevo Pep Guardiola planteó la visita al Bernabéu con sorpresa. El sistema no fue el 4-3-3 habitual sino un 4-2-3-1 que llevaba probando unas semanas para que cohabitaran en la pizarra Ibrahimovic y Messi. En Madrid, sin embargo, dejó al sueco en el banquillo, adelantó la posición de Xavi a la mediapunta por detrás de Messi, y colocó a Maxwell como extremo zurdo, con Puyol como lateral a pierna cambiada. El invento no acabó de funcionar en la primera mitad, por lo que tras el descanso Maxwell volvió al lateral, Puyol pasó a la derecha y Alves se colocó como extremo derecho. La 'guardiolada' funcionó y el Barça se impuso por 0-2.
La temporada pasada, en la que Barça y Madrid se enfrentaron cinco veces, también hubo novedades. La principal, la ubicación de Mascherano como defensa central. Durante la temporada había sido Sergio Busquets el que había retrasado su posición para paliar la falta de centrales, pero en la final de Copa de Mestalla Guardiola apostó por el argentino, que hasta entonces sólo había actuado de defensa central en un partido ante el Shakthar. Aunque ese partido lo perdió el Barça, Mascherano se asentó desde entonces en la posición de central, en la que se ha convertido en indiscutible para el técnico. Para los enfrentamientos en la semifinales de Champions, Guardiola mantuvo al argentino de nuevo en defensa y la novedad esta vez fue la ubicación de Puyol como lateral zurdo. Ante la ausencia de Abidal, el de Santpedor optó por la garra y la experiencia del capitán, que salía de una lesión de tres meses, antes que apostar por especialistas como Maxwell o Adriano. Otro artista inesperado, Ibrahim Afellay, salió en la segunda parte y rompió el partido con una excelente jugada por la banda derecha que acabó en el primer gol azulgrana.
El último partido frente al Real Madrid fuera de casa fue el pasado mes de agosto, en la ida de la Supercopa de España. Condicionado por el estado físico de los jugadores, que apenas llevaban una semana de entrenamientos, Guardiola sorprendió con la presencia de Alexis en el once en detrimento de Pedrito, ya que el chileno sólo había completado cuatro sesiones de trabajo con sus nuevos compañeros y no había jugado ni tan siquiera un partido amistoso. Pese a ello, el debutante fue el azulgrana más destacado.
¿Habrá 'guardiolada' en el clásico de esta semana? El sábado lo sabremos, aunque hace días que el técnico tiene el partido en mente, ha hecho pruebas en Milán y la semana pasada ante el Levante y está preparando alguna innovación para intentar sorprender a Mourinho. Veremos si apuesta por el 3-4-3, si Alves juega como lateral o como extremo y en qué posiciones juegan Cesc Fàbregas y Leo Messi. Ahí puede estar la clave del partido.
